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Recesión democrática

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Elisabeth Ungar Bleier
02 de mayo de 2024 - 09:05 a. m.
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El Latinobarómetro 2023, publicado el año pasado, describe lo que está sucediendo con las democracias de la región como una recesión democrática. Esta “no se refiere a esas dictaduras, sino más bien al declive y vulnerabilidad al que han llegado los países de la región después de una década de deterioro continuo y sistemático de la democracia. La recesión se expresa en el bajo apoyo que tiene la democracia, el aumento de la indiferencia al tipo de régimen, la preferencia y actitudes a favor del autoritarismo, el desplome del desempeño de los gobiernos y de la imagen de los partidos políticos”.

En el informe se mencionan como causa de esa recesión, en primer lugar, los personalismos que debilitan a los partidos políticos, generan su fraccionamiento y, por esta vía, su legitimidad como instancias de representación política. Luego, la desconfianza en las instituciones y los gobernantes y su incapacidad de responder a las expectativas políticas, sociales y económicas de los ciudadanos. En tercer lugar, lo que denomina “el fenómeno más negativo de las democracias latinoamericanas en los últimos años: la corrupción al más alto nivel (…) Esta tuerce el poder del voto al intervenir en las campañas electorales con enormes sumas de dinero y provoca una competencia desleal”. Por último, el populismo, que describen como una práctica “anti-instituciones, anti-pluralista, contrario a las élites, intolerante con ciertos grupos de la sociedad, partidario de la democracia directa y hegemónica”.

Colombia no se escapa de esa recesión democrática y de las características que la identifican. Es evidente el fraccionamiento y debilitamiento de los partidos políticos, su pérdida de credibilidad y legitimidad, la volatilidad de sus posturas programáticas, la práctica de negociar votos por contratos y puestos, mucho de esto asociado con el personalismo que los caracteriza. El Centro Democrático con Álvaro Uribe, el Pacto Histórico con el presidente Petro, Cambio Radical con Germán Vargas Lleras, y tantos otros partidos que giran en torno a los caciques regionales. No en vano Colombia tiene 36 partidos políticos y no por eso es más sólida nuestra democracia.

Con relación a la desconfianza de los colombianos en las instituciones y en el gobierno, esta es muy alta y va en aumento. De acuerdo con el último barómetro de confianza de la consultora Edelman, presentado hace unos meses en Davos, y citado por El País de España, “solo un 31 % de los colombianos confían en el Gobierno, 9 % puntos porcentuales menos que en el año anterior y en el cuarto peor puesto de los 28 países encuestados”. Esta disminución también se observa en otras instituciones como el Congreso, las ONG, las empresas y los medios, entre otras. A esto se suma la corrupción, frecuentemente ligada a la financiación ilegal de las campañas y a la entrega de millonarios contratos a los aportantes, nombramientos de personas cercanas en cargos públicos, así como a recursos vinculados con actores y actividades ilícitas.

Finalmente, el populismo también tiene protagonistas en el gobierno. Personas o grupos que antagonizan constantemente con las instituciones, predican acuerdos, pero no los facilitan, estigmatizan y descalifican a los medios de comunicación y a otros sectores, y privilegian la democracia directa, la de la calle, desconociendo canales establecidos en la Constitución y la ley. Ojalá la recesión democrática no desemboque en la ruptura de la democracia.

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Chirri(rv2v4)03 de mayo de 2024 - 07:17 a. m.
De las mordidas al presupuesto, al erario, al pastel de la alegría, como lo quieran llamar, no dependen de las sustancias ideales para llevar la dignidad por la senda del progreso; dependen, eso sí, del amor que se le tenga a la venganza y a los zapatos viejos. SEÑOR: haz que la corrupción sea repartida en igualdad de lucro y brille para siempre el Mechón de la Alegría
mauricio(73131)02 de mayo de 2024 - 09:31 p. m.
..... una oposición que da risa, en lugar de argumentos, el saboteo, y la difamación. Y los medios han venido mostrando su real faceta, (cuidar sus intereses), muchos de ellos pasaron a ser activistas y casi cabeza de la oposición. Da vergüenza el nivel de los medios de comunicación con un sesgo malintencionado (incluso en el mismo EE). En fin, pero lo entiendo como parte de un procesos en el cual se deben hacer cambios, dentro de un conglomerado que se niega y opone a ello,
mauricio(73131)02 de mayo de 2024 - 09:27 p. m.
Cual es la democracia en Colombia?. Hay un procesos de varias décadas en el cual las fuerzas progresistas tuvieron que abrirse camino en medio de estigmatizaciónes, persecuciones, asesinatos desapariciones, mientras el mal llamado establecimiento se unía con mafias para robarse gran parte de los recursos públicos. Por primera vez llega un gobierno progresista, y hemos visto como lo sabotean por todos los lados (incluso desde su mismo interior)....
Heliodoro(58669)02 de mayo de 2024 - 04:32 p. m.
Verdades a medias y sin zapatos. Los medios? Mendases de moda .Este gobierno es una oportunidad de mendar ésa basura Histórica
Manuel(85839)02 de mayo de 2024 - 04:04 p. m.
Cuál democracia? Esa es la pregunta del millón, porque aunque tenemos elecciones y partidos políticos de vieja data, últimamente se han desdibujado sus orientaciones por el apetito de llegar al poder sea como fuere para aprovechar el cuarto de hora.Necesitamos un cambio en la política, en el respaldo a la misma de parte de la población si existen los postulados de gobernabilidad y de resolución de las necesidades urgentes de las mayorías y si la corrupción se reemplaza por honestidad
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