El Media Luna

Enrique Aparicio
02 de julio de 2017 - 02:30 a. m.

El día estaba muy especial, de esos de verano en Holanda que llevan la sorpresa adentro. Es decir, uno se pregunta cuánto durará el buen tiempo. Tengo un inmenso aprecio por este país, pero cuando llegamos al tema de una estación con días calurosos aparece la esperanza de escenarios con la gente sentada en las terrazas tomando el sol, pero nadie sabe qué va a pasar las próximas horas: desde un torrencial aguacero hasta una ola de frío inesperada.

En todo caso, dado que era un domingo por el momento muy soleado, con mi novia decidimos pasar la jornada en un sitio lleno de historia. Nos fuimos a Hoorn, un puerto de gran actividad hace 400 años, hoy en día con menos movimiento. Pero la ciudad, aunque pequeñita, le ha ganado al tiempo y se mantiene en perfecto estado.  Sus callecitas y sus plazas rodeadas de cafés y terrazas inyectan la historia de un pasado con los aventureros del mar. De este puerto zarpó el navío del capitán Willem Schouten, quien descubrió el Cabo de Hornos cambiando así toda la visión de navegación. El comercio prosperó, las empresas que reunían capital para emprender nuevos descubrimientos se multiplicaron. Los cafés del momento se llenaban de clientes para discutir los últimos sucesos de los intrépidos navegantes. Se tomaba cerveza, bebida que daba más seguridad de limpieza que otras alternativas no alcohólicas.   

Aunque no zarpó de aquí, una réplica del Media Luna está anclada en el pequeño puerto.  El original, un barco holandés de la VOC, fue comandado por el capitán inglés Henry Hudson en 1609 cuando estaba buscando una ruta más corta entre Europa y Asia. Con él llegó a lo que ahora se conoce como Manhattan, en la ciudad de Nueva York.  En su honor, el río que ahí termina lleva su nombre. Con el Media Luna navegó más allá de la desembocadura pensando que era “el” camino a Oriente. Pero no. Tuvo que regresar sin haber logrado su misión.

El navío me pareció una especie de chalupa de unos 30 metros de largo que según dicen podía acomodar una tripulación de 15 a 20 hombres. En el YouTube podrán observar su interior incluyendo la mini cabina del capitán donde dormía también el primer oficial. Se trataba de un barco de tres mástiles, con sitio para que pudieran dormir los marinos y una gran bodega para almacenar mercancías.

El capitán Hudson hizo otro viaje de exploración, ésta vez al mando del buque inglés Discovery. El 22 de junio de 1611 se bajaba del barco a un pequeño bote junto con sus siete hombres más fieles, entre ellos su querido hijo. Los marinos se habían amotinado. Querían salir del capitán Hudson y de los marinos que lo apoyaban.

“Y recuerden que Dios se ha apiadado de ustedes. Yo ni siquiera este bote les hubiera dado”, les dijo el jefe de los rebeldes. “Nosotros volvemos a Inglaterra. Ustedes busquen, si pueden, el paso a Oriente. Ya estamos hartos de navegar y navegar sin llegar a Asia”.

En medio de un frío con temperaturas que no resistiría un ser humano si no tiene el equipo necesario, el capitán Hudson y sus acompañantes tenían las horas contadas.  Estaban en James Bay (en lo que hoy es Canadá).  El Discovery zarpó rumbo a Londres. Jamás se supo qué fue de quienes se quedaron al garete en el pequeño bote.

El sueño de Hudson era encontrar una ruta de Europa a Asia vía el océano Ártico. Con ese fin hizo cuatro viajes, tres de los cuales fueron financiados por Inglaterra y uno por Holanda.

Después de la visita al Media Luna mi novia y yo nos sentamos en una placita del centro de Hoorn. La experiencia recién vivida nos llevó a mirar la historia antes de Hudson, de quien poco se sabe salvo que era un marino con muy buena intuición de los mares y difícil para manejar tripulaciones.

La ciudad tiene pequeños secretos. Uno de ellos es una casona donde está el Museo de Historia, que se concentra en el Siglo de Oro. Aunque no es de grandes pretensiones, se puede visitar una sala donde se reunían los notables, aquellas personas muy importantes que hacían parte de la multinacional VOC, siglas que significan Compañía de las Indias Orientales. Se trataba del consorcio naviero y de comercio más importante de ese momento y la primera multinacional que hubo. Algunas de las tomas de video de las pinturas muestran detalles de esas personas.

Hudson nos dejó un vacío en lo personal. Es una lástima pues hubiera sido interesante conocer más sobre este navegante incansable.

YouTube:

https://www.youtube.com/watch?v=oeFKLa0WYGY

Que tenga un domingo amable.

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