Conciliábulo de mermelada, listas y reelección

Aunque la “mecánica política” sólo interesa a un círculo muy reducido del país, cuando comienza una campaña electoral se convierte en algo así como de obligatoria discusión en el común de la gente. Más aún, con un Gobierno que la prioriza.

De los “retiros espirituales” del partido de La U, realizados en Paipa, hasta donde se conoce por Medios y comentarios de algunos congresistas que hablan en voz baja y piden no revelar sus nombres por temor a represalias de la Casa de Nariño, se concluye que sólo se habló de “mermelada”, de listas al Congreso y de la aspiración reeleccionista del presidente Santos. Es decir, no hubo nada de fondo, ni preocupación por los problemas del país; además porque de las únicas voces (Juan Lozano, Juan Carlos Vélez y Miguel Gómez) de ese Partido en el Congreso que se han levantado contra el desgobierno y el abandono de las políticas que eligieron al Presidente, sólo a una –Lozano- le permitieron intervenir. 

El presidente Santos ha caído en una situación muy difícil, porque está convencido que sólo con la firma de un papel con las Farc consigue la reelección; y por poner todas sus cartas en la “mesa” de La Habana, ha dejado el país a la deriva. Hoy, en los círculos sociales, políticos y económicos, entre otros, se habla con mucha angustia de la grave crisis que padece Colombia y, lo más delicado: del poco o nulo interés del Presidente para enfrentarla.

Sin embargo a Santos se le ve desesperado por la “mecánica política”. Lo inquieta que se esté vaticinando un mal resultado del partido de La U en las elecciones de marzo, lo cual terminaría por arruinar sus pretensiones de reelección. De ahí su propuesta –en Paipa- de conformar una “lista de la paz”, con el partido Liberal (mayor beneficiario de la mermelada), La U (cenicienta del Gobierno), y Cambio Radical. Santos tiene claro que de La U (partido que bautizaron así para identificarlo con Uribe) solo cuenta con los congresistas más no con las bases, y que un eventual resultado adverso le significa su propia derrota. Pero, tiene un reto enorme: Uribe entregó el partido de La U con 28 senadores, 47 representantes a la Cámara, y un presidente de la República; luego, políticamente, Santos tiene la obligación de lograr, por lo menos, igual número de congresistas. 

Y la propuesta de lista unificada tendría un doble propósito: “enfrentar al Uribismo”, y enterrar La U para salvar al liberalismo. Y, para tratar de lograrlo, Santos tiene puestas sus esperanzas en los “cupos indicativos”, auxilios parlamentarios o “mermelada”. La fórmula es, según los propios congresistas, que ellos escogen el alcalde y el contratista para que el Gobierno gire los recursos a determinados proyectos. ¿Será que la Contralora está pendiente de esta práctica corrupta? Desde luego, de nuestra parte estaremos vigilantes y atentos a denunciar cada caso que sea detectado.    

ADENDA. El partido Conservador (comodín para el actual Gobierno) alcanzó el mayor éxito electoral de su historia en 2010, gracias a la coalición con el gobierno Uribe. En esa oportunidad obtuvo 2,3 millones de votos y logró 22 curules en el Senado y 36 en la Cámara. ¿Le irá lo mismo con la Unidad Nacional? 

@emaciastovar