La sala de espera del consultorio está llena de viejitos. Seis o siete. Más mi amiga Isabel Barragán y yo. Una cucha renguea hacia la enfermera. Señorita, por favor, ¿me da la clave del guaifai? Me quedo boquiabierto y con las órdenes de la colonoscopia en las manos. Isabel sonríe con marrulla y sigue leyendo como si nada.
Me muestra la carátula del libro: La oscura memoria de las armas, de Ramón Díaz Eterovic, en LOM Ediciones. ¿Por gusto o por estudio?, le pregunto, pues en ese momento me acuerdo de que está haciendo una maestría virtual en literatura policiaca en la Université de la Rue Morgue de París. Ambos, dos, dice...
Conoce más
