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Piedad Bonnett, una mujer real, pero incierta. ¿O al revés?

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Esteban Carlos Mejía
21 de septiembre de 2024 - 05:05 a. m.
“Ante todo, Piedad es una letraherida, esa entrañable palabra que al oírla o leerla nos enternece el alma y su sucedáneo”: Esteban C. Mejía
“Ante todo, Piedad es una letraherida, esa entrañable palabra que al oírla o leerla nos enternece el alma y su sucedáneo”: Esteban C. Mejía
Foto: El Espectador - José Vargas
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La mujer incierta (Alfaguara, agosto de 2024) es la más reciente obra de Piedad Bonnett, mi poeta preferida. No es un poemario. No es una novela. Tampoco son memorias. Es un relato autobiográfico. Como lo aclara ella misma al principio, “la que aquí habla es una mujer de una generación que aspira a iluminar, desde la singularidad de sus vivencias, cómo nos determinan el origen, la política, la educación, la religión, el género, el momento. Y que se pregunta por el papel de la libertad, el azar y el destino”.

Vaya si lo ha logrado. Es un relato cautivador que va de su infancia entre la soberbia de las montañas de su pueblo natal al nordeste de Antioquia hasta la íntima exaltación de los atardeceres de Bogotá en Sears o Teusaquillo, pasando por vicisitudes y vicariaciones de toda índole: la maternidad, la depresión, el éxito, las novelas, el duelo... Ante todo, Piedad es una letraherida, esa entrañable palabra que al oírla o leerla nos enternece el alma y su sucedáneo, el cuerpo que habitamos o nos habita.

Un epígrafe de Margarita García Robayo parece anticiparse a las confidencias del libro: “Aunque mucha gente cree que al escribir uno se desnuda, en realidad uno se disfraza”. Sin embargo, a mi modo de leer, Piedad Bonnett como escritora ni se desnuda ni se disfraza en este texto: es una mujer real, pero incierta; falible, pero inteligentísima para conocerse y reconocerse, sin ambages, rebelde, vertical y sinuosa según convenga a su narrativa, poco o nada convencional, firme, honesta, una escritora de racamandaca.

Su vasta y exquisita cultura es un acicate para leer más y mejor. Enriquece cada página con citas pertinentes, auténticos insights de conocimiento. Analiza, o sea, desmenuza, los intríngulis de la vida en Colombia. Por ejemplo, mandamientos, pendejadas, vulgaridades y manías de la, digámoslo con caridad, idiosincrasia paisa, son descritos a la perfección en un capítulo magistral, De dónde vienes, cuya lectura sugiero a quienes creen que la avilantez de la autoproclamada “raza antioqueña” surgió de la nada o cayó del cielo. Obvio, recomiendo todo, cada página de veracidad sin par. Las viñetas al final de cada capítulo (se titulan La espera) sobre sus padres conmueven hasta la risa o el llanto y nos previenen ante el agobio de la vejez y la enfermedad.

Para mí, leer es dejar de ser. Y escribir es ser. La vida narrada por Piedad es un continuum de voluntad y perseverancia alrededor de una elección, una vocación, según dirían las monjas del internado que tanto la atormentaron: la literatura. La mujer incierta es la culminación de años y años de ejercicios de mímesis, desde los poemas de adolescencia hasta la finura y la contención y la precisión y la belleza sin escrúpulos de ahora. ¡Gracias, Piedad, por tus desobediencias!

Rabito: “Conquistar el placer que se nos ha escamoteado desde niños, deshacernos del constreñimiento, de la consciencia culposa por gozar del ocio, del mandato del superyó que nos dice que todo debe ser rigor y orden, soltarnos a la noche sin ponernos una línea roja, puede llevarnos toda la vida”. Piedad Bonnett. La mujer incierta, 2024.

Rabillo: “Que las mujeres íbamos en desventaja por el mundo lo supe pronto, de modo que cuando empecé a enviar poemas a concursos opté por usar seudónimos masculinos”. Ídem.

Rabico: “Sé que suena a lugar común, a romantización, a treta dramática, pero aun así voy a decirlo: escribir literatura tiene mucho de rapto, de posesión”. Ibidem.

@EstebanCarlosM

Conoce más

 

Contrapunteo(18670)22 de septiembre de 2024 - 12:13 a. m.
Piedad B. está en mi radar de lecturas, pero como prevenido, después de sentirla tan cercana al ex ministro Ruiz, un mal elemento, de estirpe duquista uri bestia y de lanzar elogios al dormido Sergio Naranjo, el ex alcalde y ex gobernador untado de Don Bernabilidad y como medio tibio y turbio, eso si,la Bonett es mejor que las Juvinao y la K Miranda cuyo amor es un títere de El matador AUV.
  • Esteban(36704)22 de septiembre de 2024 - 03:53 p. m.
    Contrapunteo: la obra literaria de Piedad Bonnett es homógenea, inteligente y muy bien escrita. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
Jose(76633)21 de septiembre de 2024 - 11:00 p. m.
Me encanta la obra de Piedad. Estoy en medio de La Mujer Incierta y evidentemente muestra su talento.
  • Esteban(36704)22 de septiembre de 2024 - 03:54 p. m.
    Jose: excelente decisión. Gracias y abrazos. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
MARTHA(77929)21 de septiembre de 2024 - 10:37 p. m.
Gracias a usted , y gracias a Piedad Bonnett por dar origen a esta hermosa columna.
  • Esteban(36704)22 de septiembre de 2024 - 03:55 p. m.
    Martha: Gracias y abrazos. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
ALVARO(28865)21 de septiembre de 2024 - 10:24 p. m.
Mejía nos habla de una gran poeta, alerta a la actualidad colombiana, exista o no exista su literatura, mientras otros prefieren hablar de Becket, Kafka y El Licenciado Vidriera. La diferencia es enorme. Se trata de sentir el suelo que pisamos en lugar de levitar con alusiones culteranas que solo alimentan el ego del autor. Gracias, Mejía, por tener los pies en tierra. Y adelante con tu empeño.
  • Esteban(36704)22 de septiembre de 2024 - 03:55 p. m.
    Alvaro: gracias plenas y abrazos totales. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
William(16260)21 de septiembre de 2024 - 05:13 p. m.
Excelente
  • Esteban(36704)21 de septiembre de 2024 - 06:02 p. m.
    Gracias y abrazos. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
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