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Rabo de paja

¡Prohíbase la realidad!

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Esteban Carlos Mejía
15 de julio de 2023 - 02:05 a. m.
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Estoy leyendo tres libros a la vez. ¿Demencia? ¿Bibliomancia? ¿Exhibicionismo? Ninguna. Soy letraherido: vivo una pasión extremada o compulsiva por la literatura. Amo la ficción por encima de casi todas las cosas de este mundo de duras razones. Para mí, “la realidad debería estar prohibida”, como dice un personaje de Almodóvar en La flor de mi secreto, 1995. Tal cual. Mis lecturas ahora son una epopeya, una novela y una colección de cuentos. Les cuento a ver si se antojan. Primero, los relatos.

Es el tercer tomo de Cuentos completos, de Rubem Fonseca, uno de mis profetas más venerados. Son textos veloces, cortos (no más de 10 páginas cada uno), cáusticos, letales. Las malas lenguas dicen que son ejemplo de una vaina que llaman “brutalismo”. A lo mejor, quién quita. Allí abundan traiciones, amores infaustos*, coitos no interruptus, crímenes, erotismo extrovertido, a veces develado con minuciosa precisión y alentador desamparo.

Cuando uno lee a Rubem siente un trastorno casi físico. La violencia es narrada sin discreción en alucinantes torbellinos de deseo, verosimilitud o franqueza. Una violencia que no es gratuita ni falaz**. Ocurre en las calles y los barrios de Río de Janeiro junto a las playas de Copacabana, Ipanema y Leblon, o en las favelas o cerros de Caixas y Tijuca. Una violencia ficcionalizada, no sin cierto humor sarcástico. Tremenda lectura, no apta para mojigatas ni rezanderos paisas.

El segundo libro que leo hoy en día es aún más crudo. Se llama Meridiano de sangre, del inefable*** Cormac McCarthy, muerto hace poco en olor de santidad literaria. La primera edición en inglés fue en 1985, hace 38 años, y desde entonces no ha dejado de perturbar a miles de personas en el mundo entero. Cuenta las aventuras y desventuras de una expedición de bandoleros gringos en Chihuahua, Sonora, Arizona, mero territorio apache, a lo largo de 1849. En cada capítulo se narran batallas inconcebibles, descritas con la divina indiferencia de un narrador omnisciente, despreocupado por la suerte de sus criaturas. El personaje más conspicuo**** de esta novelaza es el Juez: un ser gigantesco, obeso, con cabeza de huevo y depilado hasta el último centímetro de su corpulencia. Es una orgía de violencia en medio de un desierto sin límites ni compasión. Tampoco se la recomiendo a camanduleros ni a filósofas de finca en tierra caliente.

La antigüedad de la epopeya es venerable. Unos expertos dicen que apareció en el siglo VI antes de nuestra era y otros van más atrás y remontan sus orígenes al siglo VIII antes de Cristo, como quien dice tiene entre 26 y 28 siglos, 2.600 o 2.800 años. Es La Ilíada, de Homero, un sujeto de cuya existencia corporal no hay pruebas a la vista, padre putativo de los escritores de este planeta en vías de extinción. Son 15.693 versos en 24 cantos y cuentan el final de la guerra de Troya. Es un libro tan violento como la Biblia. En sus páginas hay más asesinatos que en cualquier película de John Wick, la saga de Keanu Reeves, récord en Hollywood. Yo leo ficciones de violencia para conjurar las desgracias de la vida ordinaria. Diosas y dioses del Olimpo me bendigan.

Rabo de paja: Juan David Correa es un editor a carta cabal. Inteligente, erudito, sagaz, respetuoso de lectores y autores, rebacán. Su renuncia a Planeta es ejemplo de coherencia y dignidad. ¡Desde ya te extrañamos, patrón!

Vademécum:

* Infausto: desgraciado, infeliz.

** Falaz: embustero, falso.

*** Inefable: Que no se puede explicar con palabras.

**** Conspicuo: Ilustre, visible, sobresaliente.

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NAVY(47439)16 de julio de 2023 - 11:07 a. m.
"Para mí, “la realidad debería estar prohibida”,... para Petro, también.
  • Esteban(36704)16 de julio de 2023 - 01:52 p. m.
    Navy: A lo mejor, sí. Gracias y abrazos. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
julio(d243q)16 de julio de 2023 - 01:12 a. m.
La realidad ha sido proscrita, brutalmente suprimida...la literatura solo busca rescatarla y el periodismo de investigación también es literatura que nos cuenta la ficción de "las desgracias de la vida ordinaria"... "El que tenga rabo de paja no se arrime a la candela"; bueno que celebre la coherencia del editor, pero terrible que un letraherido no se pronuncie contra la censura...
  • Esteban(36704)16 de julio de 2023 - 01:53 p. m.
    Micorriza: gracias por su comentario. Prefiero quejarme por la salida del editor, lo que es la vida. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
Magdalena(45338)16 de julio de 2023 - 12:41 a. m.
Deliciosa oda a la violencia.Pero una cosa es la ficción y otra es la realidad que vivimos en Colombia , pues traspasa nuestro ser ,esta no nos purifica,sino nos condena a vivir de la tristeza.
  • Esteban(36704)16 de julio de 2023 - 01:45 p. m.
    Magdalena: es muy cierto lo que señalas. Yo leo ficciones de violencia para tratar de escapar a los estragos de la realidad, aunque sé que mi tarea es utópica. Gracias por tu lectura y abrazos digitales. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
eudoro(79178)15 de julio de 2023 - 09:14 p. m.
Siempre leo sus columnas Esteban Carlos. Me alegra recrearme con sus renglones virtuosos literarios. Leo también varios libros simultáneamente desde mi lejana y reciente juventud. Admiro a los escritores que me trasladan al mundo real de la ficción, como usted lucidamente apuntó.
  • Esteban(36704)16 de julio de 2023 - 01:46 p. m.
    Eudoro: gracias plenas por su lectura. Leer ficción es un placer insustituible. Abrazos digitales. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
Fredy(36598)15 de julio de 2023 - 08:13 p. m.
Deliciosa y culta columna, Esteban. Gracias también por las referencias literarias.
  • Esteban(36704)16 de julio de 2023 - 01:47 p. m.
    Fredy: Gracias plenas y abrazos totales. Bancho, alias Esteban Carlos Mejía
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