Giorgio Scerbanenco era flaco, narizón, tímido, frágil por fuera, recio por dentro, inteligente y guasón*. Nació en Kiev en 1911 cuando Ucrania pertenecía al Imperio ruso. Su padre murió durante la Revolución Bolchevique. Él se volvió anticomunista, escapó a Italia, primero a Roma y después a Milán, en donde se dedicó a varios oficios hasta caer en la literatura. Por ejemplo, durante años trabajó en contestar las cartas de cientos de mujeres a Annabella, popular revista italiana, lo cual lo volvió solvente para inventar personajes femeninos perdurables o verosímiles. Fue un autor muy prolífico: el catálogo de sus obras supera la treintena, de lejos. Murió de un infarto en 1969, en su amada Milán. Hoy en día el premio más importante de la literatura policial en Italia lleva su nombre: Premio Scerbanenco.
A mí, lector febricitante* de novelas policíacas, Scerbanenco me parece un escritorazo y por eso los invito a leerlo. Brillante, directo, sarcástico, saleroso, su principal creación es el doctor Duca Lamberti, un médico que tras cumplir varios meses de prisión por practicar eutanasias se pone a colaborar como investigador de la Policía de Milán a finales de la década de 1960. Su impecable Cuarteto de Milán incluye las novelas Venus privada (Venere privata, 1966), Traidores a todos (Traditori di tutti, 1966), Muerte en la escuela (I ragazzi del massacro, 1968) y Los milaneses matan en sábado (I milanesi ammazzano al sabato, 1969), escenarios para la dispéptica* personalidad del doctor Duca, furioso por las injusticias de la justicia y las delicadezas de la ley.
Lo más impresionante de este cuarteto es la vigencia de su ficción. Casi 60 años después de su concepción, los temas son prácticamente los mismos de la novela negra contemporánea: mafias, narcotráfico, corrupción política, brutalidad callejera, prostitución, hipocresía y descomposición social. Por fortuna, al cabo de cada libro el doctor Duca Lamberti triunfa, descubre a los criminales y restituye el orden, según recomienda el canon clásico de la literatura policíaca. Grazie mille, Giorgio.
Vademécum:
* Guasón: Burlón, bromista.
* Febricitante: Que tiene fiebre o calentura.
* Dispéptica: Doliente de dispepsia, enfermedad crónica caracterizada por la digestión laboriosa e imperfecta.
Rabito: “Oración”
“Para mis días pido, / Señor de los naufragios, / no agua para la sed sino la sed, / no sueños / sino ganas de soñar. / Para las noches, / toda la oscuridad que sea necesaria / para ahogar mi propia oscuridad”.
Piedad Bonnett. Lo terrible es el borde, 2021.
Rabillo: “A quién agradecer”
“A quién agradecer / la sabia geometría de tu oreja / su lóbulo de luz y la firmeza / de sus surcos de sombra, / y el deseo, que es una llamarada que se enciende / en la gruta de felpa / donde encierran su enigma tus más perversas músicas”.
Piedad Bonnett. Poemas de amor, 2013.
Rabico: Cuatro rehenes israelíes, secuestrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el 7 de octubre de 2023, fueron liberados sanos y salvos por las Fuerzas de Defensa de Israel el pasado 8 de junio en una operación en la que por lo menos murieron 274 palestinos. Cuatro israelíes vivos por 274 palestinos muertos. Un israelí vivo es igual a 68,5 palestinos muertos: la atroz tarifa de Bibi Netanyahu...