De Odebrecht y otros temitas

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Felipe Zuleta Lleras
19 de febrero de 2017 - 02:39 a. m.
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Continuando con el tema tan  aburridor de la corrupción que se devoró al país, es imperioso hablar de Odebrecht y su desenfrenada carrera de corruptelas para ganarse los diferentes contratos en el país.

Hasta ahora se sabe, por cuenta de las autoridades norteamericanas, que en Colombia se repartieron, al menos, US$11 millones. Por esto hay dos presos. Un exviceministro de Transporte y un exsenador de la República. El primero confesó sus crímenes, el segundo no se allanó a cargos y, por el contrario, ha dado varias versiones, al menos en lo que tiene que ver con la supuesta entrada de un millón de dólares a la campaña Santos Presidente 2014.

Sobre este tema no me referiré hoy específicamente, porque todo lo que ha pasado, desde que el fiscal general anunció que habría entrado un millón de dólares a la gerencia de la campaña, hasta la carta retractándose por parte del senador Bula, ha sido un vergonzoso sainete protagonizado por el fiscal y por los investigados.

Odebrecht a través de su red de corrupción ha puesto a tambalear a varios gobiernos en América Latina. Sus tentáculos han aparecido en casi todos los países latinoamericanos.

Colombia, por supuesto, no podía ser la excepción. Por eso es urgente que el fiscal general les ponga el acelerador a esas investigaciones, para que el país recobre la fe en la justicia. En el caso de Odebrecht están metidos altos funcionarios, gobernadores, alcaldes, congresistas y, no me extrañaría, hasta ministros. Y no se trata de que se echen la culpa entre Uribe y Santos, porque, no se equivoquen, en ambas administraciones, así les duela y traten de negarlo, se tumbaron millones. No solo los que pagó en coimas Odebrecht, sino los de otras licitaciones.

Por supuesto que es muy importante que se sepa si entró o no dinero a las campañas presidenciales. Pero mucho más lo es establecer quiénes fueron las ratas que se robaron los US$11 millones que pagaron por la empresa corrupta para que les asignaran los contratos.

El fiscal lleva muy poco tiempo y por lo tanto apenas está entendiendo cómo funciona la Fiscalía General de la Nación. Pero sin lugar a dudas este, además del caso de Yuliana Samboní, son los dos retos que le han tocado. Destacable sin duda lo duro que les está dando a los corruptos en La Guajira. Bien por eso. Por supuesto que por más que hagan el fiscal, el contralor y el procurador, lo cierto es que los corruptos no se amilanan, pues como es claro se roban una suma cercana a los $40 billones al año.

Quisiera ser positivo, pero, como millones de mis compatriotas, no creo que el tema de la corrupción pueda solucionarse fácilmente, pues logró permear al sector público y al sector privado. Todos hablan mucho, todos pontifican, el tema se puso de moda, será caballito de batalla de las próximas elecciones y al final, me temo aterrado, todo seguirá igual, por una razón elemental: porque seguiremos en manos de los mismos políticos de siempre.

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