El lunes el país vio atónito cómo el CTI capturaba al excomandante de las Farc Jesús Santrich por solicitud de un juez de los Estados Unidos por conspiración para exportar 15 toneladas de cocaína a ese país.
La Fiscalía ha dicho que las pruebas son contundentes. Las Farc reaccionaron con cierta calma, pero acusan al fiscal general de ser enemigo del proceso y agente de los gringos. Sin embargo, el mismo Timochenko ha hecho un llamado a los miembros del nuevo partido a seguir en el proceso de paz y a perseverar en lo que él llama hechos de paz. Ciertamente, este es un golpe letal para el proceso, aun cuando no parecería que vaya a tener consecuencias fatales, es decir, que las Farc volvieran a la guerra y a las armas.
Sin lugar a dudas, esta captura constituye la crisis más grave de todo el proceso con las Farc. Obviamente, quienes se opusieron al mismo andan felices regodeándose, sosteniendo que esto les da la razón en el sentido de que las Farc son un gran cartel del narcotráfico y que, además, no han cumplido con la entrega de las rutas y del negocio de la cocaína.
Ha sido muy claro el fiscal general en el sentido de que esta investigación no cobija a las Farc, sino exclusivamente a Santrich, al que llegaron por casualidad, porque la justicia estaba investigando un caso de corrupción en el tema de la salud para los desmovilizados. Por supuesto que hay muchas dudas, pues no parecería lógico que este sea el primer negocio de droga hecho por Santrich. Curioso resultaría que este sujeto haya empezado en este negocio apenas el año pasado, después de haberse desmovilizado.
Para nadie es un secreto que las Farc se han dedicado al narcotráfico por años, pues inclusive se las denominó en algún momento como el cartel más grande del mundo. Por eso este caso resulta relevante, ya que resulta muy difícil pensar que Santrich estaba dedicado a este negocio a espaldas de sus compañeros de lucha. Los excomandantes no la tienen fácil, pues, a pesar de haber excusado a Santrich y de arremeter en contra del fiscal, lo cierto es que a pesar de las pruebas siguen justificando la conducta de su amigo y cómplice.
Qué difícil también para el presidente Santos, que empeñó sus gobiernos en este proceso y ahora resulta que las Farc, específicamente Santrich, andan en el tema de la cocaína, dándoles la razón a quienes siempre se opusieron al Acuerdo de Paz. Qué cosa desafortunada todo esto, pues por cuenta de esta situación coyuntural, los colombianos ya olvidaron que las Farc nos sometieron a una guerra bárbara por más de 50 años, dejando 200.000 muertos y más de seis millones de víctimas.
Queda, por último, resaltar que la captura de Santrich finalmente pone de manifiesto que la impunidad de los miembros de las Farc no es perpetua. La prueba es que queda claro que quienes delincan después de los acuerdos quedan sometidos al imperio de la ley. Están, pues, advertidos los señores de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
El lunes el país vio atónito cómo el CTI capturaba al excomandante de las Farc Jesús Santrich por solicitud de un juez de los Estados Unidos por conspiración para exportar 15 toneladas de cocaína a ese país.
La Fiscalía ha dicho que las pruebas son contundentes. Las Farc reaccionaron con cierta calma, pero acusan al fiscal general de ser enemigo del proceso y agente de los gringos. Sin embargo, el mismo Timochenko ha hecho un llamado a los miembros del nuevo partido a seguir en el proceso de paz y a perseverar en lo que él llama hechos de paz. Ciertamente, este es un golpe letal para el proceso, aun cuando no parecería que vaya a tener consecuencias fatales, es decir, que las Farc volvieran a la guerra y a las armas.
Sin lugar a dudas, esta captura constituye la crisis más grave de todo el proceso con las Farc. Obviamente, quienes se opusieron al mismo andan felices regodeándose, sosteniendo que esto les da la razón en el sentido de que las Farc son un gran cartel del narcotráfico y que, además, no han cumplido con la entrega de las rutas y del negocio de la cocaína.
Ha sido muy claro el fiscal general en el sentido de que esta investigación no cobija a las Farc, sino exclusivamente a Santrich, al que llegaron por casualidad, porque la justicia estaba investigando un caso de corrupción en el tema de la salud para los desmovilizados. Por supuesto que hay muchas dudas, pues no parecería lógico que este sea el primer negocio de droga hecho por Santrich. Curioso resultaría que este sujeto haya empezado en este negocio apenas el año pasado, después de haberse desmovilizado.
Para nadie es un secreto que las Farc se han dedicado al narcotráfico por años, pues inclusive se las denominó en algún momento como el cartel más grande del mundo. Por eso este caso resulta relevante, ya que resulta muy difícil pensar que Santrich estaba dedicado a este negocio a espaldas de sus compañeros de lucha. Los excomandantes no la tienen fácil, pues, a pesar de haber excusado a Santrich y de arremeter en contra del fiscal, lo cierto es que a pesar de las pruebas siguen justificando la conducta de su amigo y cómplice.
Qué difícil también para el presidente Santos, que empeñó sus gobiernos en este proceso y ahora resulta que las Farc, específicamente Santrich, andan en el tema de la cocaína, dándoles la razón a quienes siempre se opusieron al Acuerdo de Paz. Qué cosa desafortunada todo esto, pues por cuenta de esta situación coyuntural, los colombianos ya olvidaron que las Farc nos sometieron a una guerra bárbara por más de 50 años, dejando 200.000 muertos y más de seis millones de víctimas.
Queda, por último, resaltar que la captura de Santrich finalmente pone de manifiesto que la impunidad de los miembros de las Farc no es perpetua. La prueba es que queda claro que quienes delincan después de los acuerdos quedan sometidos al imperio de la ley. Están, pues, advertidos los señores de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).