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Durante su discurso, acompañado de los delincuentes subidos en tarima en Medellín, Petro arremetió en contra de los médicos, a los que acusó de pasarse la vida tomando tinto en El Poblado y en el Parque de la 93 en Bogotá. Por supuesto que el sátrapa detesta a los médicos, excepto cuando él o su familia acuden a la magnífica Fundación Santa Fe de Bogotá a que los traten. Debería entonces mejor irse para Cuba, como lo hizo ya en una oportunidad que se inventó un cáncer, cuando acá había sido diagnosticado con gastritis; es que el trago hace daño y el café peor.
Ya no solo destruyó nuestro sistema de salud, sino que ahora ataca a los miles de médicos que han culminado todos, sin excepciones, sus estudios a costa de esfuerzos enormes personales y económicos de sus familias. Tal vez Petro debería entonces demandar a los médicos que le hicieron un lifting facial, porque pasó a parecerse al cantante Juan Gabriel sin su talento, porque es claro que no se cuida.
Cómo será de mala la medicina colombiana que una de las hijas de sátrapa, que vive en Francia, viajó a Colombia para realizarse un tratamiento de una enfermedad que padece. Aclaro: es una dolencia física, porque la mental de su padre desconozco si es susceptible de rehabilitación. Pero si los criminales amigos de Petro están en rehabilitación, ¿por qué no lo serían él mismo y sus hijos? Tal vez por todo esto es que el confeso Nicolás Petro estará preso en rehabilitación, aun cuando lo dudo, porque con esa Fiscalía queda claro que el crimen sí paga.
Pero no quiero distraerme en hablar de marrulleros, cuando se trata de elogiar a nuestros médicos. Estudié un año de medicina en la Escuela Militar de Medicina y Ciencias de la Salud. Entre mis compañeros estaba el doctor Fernando Hakim, médico tratante de Miguel Uribe. De la mano de un equipo de científicos han, hasta ahora, logrado un milagro. Sí, en la FSFB que tanto detesta el señor Petro, quien más temprano que tarde se va a reventar porque sus adicciones a las drogas, que no ha podido desmentir fehacientemente, lo acabarán toteando. Cuando eso pase, espero que se vaya para Cuba a que lo sanen físicamente y lo rehabiliten, como a sus amigos delincuentes de las bandas de Medellín. Al menos los médicos del país “toman tinto”, porque a Petro lo que le gusta es el “perico”.
A mis médicos y a todos los que no conozco les mando un saludo agradecido y respetuoso por la labor que denodadamente desarrollan a diario. A todos los servidores de la salud del país les estaré inmensamente agradecido por lo que hicieron durante la pandemia. A la FSFB, su director Dr. Henry Gallardo y todo el personal, solo palabras de agradecimiento y por su conducto a todos los médicos y médicas de Colombia.
Notícula. Como bogotano sentí gran emoción al ver los vagones del metro de Bogotá. Dista mucho del metro de cartón de Petro y lo vemos, a pesar de la demanda de Claudia López que se lo apropió.
