Para no ser abogados, Petro y su ministro del Interior han aprendido magistralmente a hacer leguleyadas. El triple salto mortal para decir que la consulta popular no fue negada en el Senado es la prueba reina, no sólo de su desesperación, sino de su talante tracalero. Todo con el afán de contar con un billón de pesos para hacer campaña política. A ninguno de los dos les importan los trabajadores y sus derechos, pues lo que quieren es la plata. El periodista Benedetti y el economista Petro debieron estudiar derecho, seguramente, en la universidad San Marino, tan prestigiosa en “Betty, la fea”.
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A este gobierno le molestan la institucionalidad y la democracia. Petro cada vez más está demostrando su talante dictatorial pues ha confirmado con creces que, a pesar de haber “abandonado” la lucha guerrillera, nunca dejó de pensar como un subversivo. No nos debe sorprender nada de lo que Petro y sus cómplices hagan o traten de hacer en lo que queda de su gobierno. Cómo serán de farsantes que, después de llevar más de 15 días convocando a una huelga general, ante el fracaso de esta salen, sin ruborizarse, a decir que ellos no la convocaron, que sólo la apoyaron. Habiendo Petro tenido una oportunidad histórica para hacer cambios profundos que se necesitaban, dilapidó su mandato odiando, promoviendo la lucha de clases, estigmatizando, protegiendo corruptos, incumpliendo sus promesas, fortaleciendo a los grupos al margen de la ley, deteriorando la imagen de Colombia en el exterior y, por no alargarme, destruyendo el sistema de salud y el sector energético y eléctrico del país.
Los graduandos de la San Marino, no contentos con lo que hemos mencionado, esta semana expidieron un decreto, aumentándole la retención en la fuente a sectores fundamentales, como, por ejemplo, a los hospitales, a los hogares geriátricos, a los sitios donde se tratan personas con discapacidad mental, a los campesinos, a los cafeteros, a los transportadores, al sector minero, al sector petrolero, a todos los centros educativos, a todas las actividades médicas, odontológicas, de diagnóstico y a las actividades de creación literaria, musical, teatral, audiovisual, artes plásticas y espectáculos musicales. Estas son algunas de las actividades que tendrán que pagar más impuestos.
No cabe duda de que este gobierno quiere destrozar al país. Eso además de gastarse el dinero del 2026 y parte del 2027. El manejo irresponsable de la economía de Petro y sus ministros de Hacienda tiene al país en una crisis fiscal sin antecedentes, superando aún los graves problemas económicos que trajo la pandemia. Con una diferencia enorme: que el expresidente Duque actuó con responsabilidad y Petro ha hecho lo contrario. Dilapidar a manos llenas. Fuera de mentirosos, leguleyos, tracaleros y adictos, Petro y Benedetti han demostrado ser peligrosamente cínicos. Ojalá las altas cortes tumben los decretos inconstitucionales dictados por Petro.
