Después de haberse gastado una fortuna del erario y haber dilapidado millonadas en la tal marcha por la vida, el delirante presidente logró que, en todo el país, salieran cerca de 52.000 personas. Esta es la verdadera encuesta, dijo Petro durante su discurso, en el que, como siempre, insultó a todos aquellos que no están con él; bárbaros, les dijo. Pues resulta que estas marchas, además de ser una campaña política disfrazada, constituyen, tal vez, el peculado más grande de la historia de Colombia.
En derecho, el peculado o la malversación de caudales públicos es un delito consistente en la apropiación indebida del dinero perteneciente al Estado por parte de las personas que se encargan de su control y custodia en beneficio propio o de terceros. En efecto, esas millonadas se malversaron en beneficio del presidente de la República. Por ejemplo, ¿qué norma autoriza a la Agencia Nacional de Tierras contratar con RTVC el montaje de una tarima, alquiler de sonido y pantallas, entre otros? Peor aún, RTVC no tiene en su objeto organizar eventos públicos como operador logístico.
Este es uno solo de los ejemplos que se conocen, pero si los órganos de control y la Fiscalía investigaran un poco, encontrarían uno de los casos de corrupción más escandalosos en la historia del país. El gobierno del cambio, decía el eslogan. A esto súmenle los $30.000 millones que le dieron a la ONIC. Todo esto, para satisfacer el ego del emperador, quien no se resigna a entender que su popularidad está por el piso, pues su gobierno ha sido desastroso, lleno de escándalos y, peor aún, de promesas incumplidas, gastos suntuarios, viajes al exterior innecesarios e incompetencia del presidente.
La desvergüenza es tal que los ministros, no todos, salieron a marchar y a mentir descaradamente cuando afirmaron una y mil veces que esta era una mancha libérrima, espontánea. Como si los colombianos fuéramos unos idiotas y no nos hubiéramos dado cuenta de todo, además de haber sido bombardeados por publicidad para el fracasado certamen. No suelo estar de acuerdo con el expresidente Andrés Pastrana, pero creo que dio en el clavo cuando dijo en su cuenta de X: “Diálogo nacional” comienza sobre “la verdad de la narcofinanciación en la política. El ataque a la propiedad privada. El mar de coca. La inseguridad, desbordada. Las trampas al ahorro pensional, la salud y la educación”.
Es tal el desgobierno en todos los frentes que el gobierno del cambio no ha llegado con ninguna ayuda a Tierralta, Córdoba, en donde, dijo hace pocas horas el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, hay más de 400 personas desplazadas. Tan eficientes para destituir a los militares que se hicieron pasar por disidencias, lo que es muy grave, y tan ineficientes para cumplir lo que prometen. Así, las cosas no solo no mejorarán con el paso de los meses, sino que se pondrán peores. Llegó el cambio, pero para peor. Y esta tragedia seguirá.