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Petro se quiere quedar en el poder

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Felipe Zuleta Lleras
22 de junio de 2025 - 05:05 a. m.
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Después de ver a Petro sosteniendo que, si el Consejo de Estado tumba definitivamente el decretazo equivale a lo mismo que dejar nula la norma que permitió convocar la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, no me cabe la menor duda de que se quiere quedar en el poder. La idea de la Asamblea Popular Constituyente, explicada en detalle por “Diosdado” Montealegre, va en la dirección de modificar nuestra Constitución para que el sátrapa pueda permanecer en la presidencia de la República. ¿Podría ser posible que el crimen cometido contra Miguel Uribe y el escalamiento de los actos violentos por parte de los grupos insurgentes sea para generar caos y expedir así un decreto de conmoción interior, y de ahí brincar a la Asamblea Popular Constituyente?

Cuando Petro dice que no se quiere quedar, porque en la Casa de Nariño asustan y es muy fría, es para distraer la atención con nimiedades, mientras sus asesores jurídicos montan todo el tinglado para quedarse. Si los colombianos, empezando por las altas Cortes, las fuerzas militares y demás autoridades no le ponen un tatequieto al dictador en ciernes, se nos perpetúa.

Tal vez estemos pasando por un momento histórico que nos obliga a todos a defender las instituciones democráticas aún con nuestra propia vida. No es la hora de miramientos ni cobardía. Tenemos que cuidar nuestro sistema democrático, como lo más preciado. Una vez que se le dé un resquicio a Petro por donde se pueda meter para quedarse, hemos perdido todo. Precisamente esta semana, Montealegre sostuvo que el registrador se había vuelto de la oposición. Y eso no es para nada distinto que para deslegitimar el resultado de las elecciones del año entrante, si es que las podemos realizar, porque me temo que Petro y sus cómplices harán todo lo posible para torcerle el pescuezo a la Constitución y a la ley con la única finalidad de convertir al país en una Venezuela.

Algunos dirán que estoy exagerando, y espero que así sea, pero después de mirar con detenimiento todo lo que ha pasado en estos tres años de mal gobierno, me atrevo a afirmar sin temor a equivocarme que Petro pretende socavar nuestra democracia.

La marcha del silencio hace ocho días confirma, sin lugar a duda, que Petro puede ser hoy por hoy la persona más odiada del país. Y bien merecido que se lo tiene, porque ha pisoteado la figura presidencial y ha tratado a sus opositores políticos como criminales. Solo recordemos que antes del atentado contra Miguel Uribe, el sátrapa atacó al expresidente Turbay y al propio senador Uribe. Así empiezan los crímenes de Estado y estoy seguro de que el de Miguel lo es. ¿Por eso Petro ha tratado de desviar la investigación soltando diferentes hipótesis sobre los autores intelectuales del crimen? Y, como bien lo dijo la Fiscalía, es un crimen político. Recuerden que con el caos generado por el Gobierno solo gana Gustavo Petro y su intención de asir el poder. La total cacocracia en todo su apogeo.

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