Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Si Petro no es drogadicto, es más grave

Felipe Zuleta Lleras

27 de abril de 2025 - 12:04 a. m.

CON una carta que hizo pública esta semana el excanciller Álvaro Leyva, dirigida al presidente Petro, escrita con toda la maledicencia y perversidad de quien fuera prófugo de la justicia en algún momento, el país confirmó cómo se comporta el primer mandatario en su vida privada. Dice Leyva que Petro es un drogadicto. Menciona, para probar su acusación, que el presidente en un viaje oficial a París se desapareció por dos días, lo que es cierto, y que allí fue cuando el canciller supo que su jefe en ese entonces era drogadicto. No entró en detalles que bien hubieran podido ser interesantes sobre el sitio donde Petro, supuestamente, se drogó. ¿Acaso un bar de mala muerte o un prostíbulo, cosa que no especificó el protervo escritor de la misiva?

PUBLICIDAD

El país no se sorprendió para nada con esta afirmación pues de esa situación se viene hablando hace ya muchos años. El presidente, que suele ser tan frentero con sus enemigos, salió a victimizarse, diciendo que había estado con su familia. La versión oficial es que tuvo que quedarse dos días más por asuntos aeroportuarios, tal como lo estableció un decreto presidencial. Es decir que Petro ya confesó un delito al haber expedido una norma que no correspondía a la verdad pues “estaba con sus hijas”. Pero esos son minucias, porque lo grave no es que Petro sea adicto, sino que, de no serlo, actúa como tal y esa chifladura no se maneja con una rehabilitación como a las que se someten los adictos o los alcohólicos, por solo mencionar un par de casos.

Esos trinos que publica a altas horas de la madrugada demostrarían visiblemente que el país está en manos de un drogadicto o de un enfermo mental. Pero de no serlo, sería más grave: estamos entonces en manos de una persona que lo único que quiere hacer es daño. En Petro se aglutinan todos los defectos de una mala persona.

Podrá decir que es adicto al amor (trastorno de limerencia), pero al amor propio porque su ego y su mitomanía, a esta altura del gobierno, son desastrosos y ya no merecen ni el beneficio de la duda sobre la clase de persona que es el señor Petro. No es la primera vez que desde el interior del gobierno se habla de las adicciones de Petro y del chantaje al que lo tienen sometido Benedetti y Sarabia.

Read more!

Leyva es una pésima persona, muy parecido en eso a quien le dirigió la misiva de marras. Siento compasión por los millones de personas que votaron por Petro, pidiendo a gritos un cambio para el país. Quedan todavía 16 meses de este calvario para los colombianos, que ya no se asombran de absolutamente nada de las porquerías de las que se enteran a diario y que pasan en este gobierno. Vemos hoy a los oportunistas como Claudia López y Leyva rasgándose las vestiduras. Que el ciudadano del común no supiera cómo era Petro vaya y venga, pero que personas profesionales y curtidas en la política vengan ahora a excusarse no demuestra nada más que su actitud camaleónica. ¿Eran adictos entonces al amor hacia el candidato Petro?

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.