Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Como consecuencia de las decisiones tomadas por el presidente Trump, en respuesta a un trino de Gustavo Petro a las tres de la mañana, los colombianos estuvimos a punto de sufrir medidas económicas que, sin lugar a duda, habrían generado una crisis para muchos sectores de la industria nacional.
Hasta ahora no se ha conocido ni dónde estaba el presidente Petro, ni en qué condiciones para haber generado una crisis de enormes proporciones. Hoy por hoy todos los colombianos que entran a los Estados Unidos son esculcados y sometidos a múltiples preguntas, en lo que se conoce popularmente como el cuartico. Alegando razones de dignidad, Petro, que se ha mostrado tan digno con Trump y tan indigno con el dictador Maduro, tuvo que aceptar, a regañadientes, que el gobierno americano le hiciera unas exigencias, a través del excanciller Murillo y del embajador de Colombia en Washington.
Como consecuencia de todo este desastre creado por un lunático, muchas personas han salido a criticar al presidente Trump, llamándolo fascista, dictador y otros epítetos. Muchos de ellos, no siendo petristas, han arremetido contra Trump por sus decisiones. El presidente Trump, quien obtuvo más de 78 millones de votos, está cumpliendo lo que prometió en campaña.
Petro llegó al poder engañando a millones de colombianos que le creyeron que él era el verdadero cambio. Y sí, lo es, pero lo único que ha cambiado es la cara de los ladrones, nombrados por Calígula. Ya en las postrimerías del tercer año, Petro sigue haciendo promesas que, por supuesto, sólo caben en su calenturienta cabeza, porque lo que sí se le da muy bien son las mentiras y los ataques a todo aquel que mencione la cantidad de desastres que ha hecho con el país y que le costarán a los colombianos sangre, sudor y lágrimas después del 2026.
Quienes hoy critican a Trump, ¿por qué no renuncian a sus visas de turistas? Porque son incoherentes además de cobardes. Yo quiero ver a todos esos que vociferan contra el presidente Trump acercarse al consulado americano a devolver sus visas. Por supuesto eso no lo vamos a percibir, porque son machitos para criticar a un gobierno extranjero y pusilánimes para que no les quiten la visa. Entiendo que un petrista purasangre justifique las conductas que llevan al presidente a ese estado de locuacidad y paranoia. Dice que ya no toma whiskey porque le da “gastritis”, pero invitó en unos de sus delirantes momentos al presidente Trump a uno. Cómo estará de desconectado con la realidad que no tiene ni idea que el presidente de los Estados Unidos no se toma ni un trago. Pero claro, eso es lo de menos, porque él ahora publica capítulos de Caso Cerrado. Eso sin mencionar los memes de los Simpson. El país cayó en manos de un desequilibrado.
Anímense, sean dignos, devuelvan sus visas. ¿O es que los Estados Unidos y su presidente son buenos para ir a Disneylandia, pero malos porque pretenden retomar el control de la nación? ¡Embusteros!
