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Sócrates, Borges y el arte del desacuerdo

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Fernando Araújo Vélez
23 de marzo de 2025 - 11:10 a. m.
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Decían y dijeron que Sócrates había combatido en varias batallas de la guerra del Peloponeso, y que en una de ellas, se quedó extasiado observando a lo lejos. Decían y dijeron que jamás escribió nada y era enemigo de la escritura porque de algún modo, pensaba que escribir era una falta de respeto con el otro y los otros, que ante lo escrito, no tenían manera de rebatir nada, más allá de que también era una falta de respeto con la lógica, pues lo escrito, escrito quedaba, y el ser humano jamás era el mismo. Quien escribía, al día siguiente había cambiado, y con los cambios era realmente imposible afirmar algo, o en último caso, si se decía o escribía, había que dejar muy en claro que lo dicho y escrito, se había dicho y escrito en tal o cual fecha.

Decía que el oficio de la escritura haría que quienes lo aprendieran descuidaran la memoria, “ya que, fiándose a la escritura, recordarán de un modo externo, valiéndose de caracteres ajenos; no desde su propio interior y de por sí”, como lo plasmó Platón en su texto sobre “Fedro o la belleza”. Unas líneas más adelante, el Sócrates protagonista de la obra de Platón comentaba que la escritura no era el elixir de la memoria, “sino el de la rememoración”, y “la apariencia de la sabiduría, no su verdad”, para concluir que transformaría a los estudiosos en “eruditos sin verdadera instrucción”, que se habrían de convertir en “sabios en su propia opinión, en lugar de sabios”. Como una especie de apéndice, sostenía que era muy difícil soportar la compañía de los eruditos.

Jorge Luis Borges cerró su ciclo de conferencias de 1971 en las que habló de la literatura y el aprendizaje del escritor en la Universidad de Columbia con una frase de Gilbert Keith Chesterton: “Only one thing is needfull, everything” (Sólo una cosa es necesaria, todo). Luego dijo que un escritor necesitaba soledad, camino, vivir y amar, y sería amado y amante. “Un escritor necesita amistad. De hecho, un escritor necesita el universo. Ser escritor es, en un sentido, ser el que sueña despierto; vivir una suerte de doble vida”. En esa doble vida, la de la realidad y los sueños, la de la experiencia y la imaginación, decía que debía haber conversaciones, discusión, debates, caminos, encuentros, “el arte del acuerdo, y lo que es acaso más importante, el arte del desacuerdo”.

Fernando Araújo Vélez

Por Fernando Araújo Vélez

De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.fernando.araujo.velez@gmail.com
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Olegario (51538)24 de marzo de 2025 - 12:55 p. m.
Needful y everything, por favor...
Carlina Moreira(32547)24 de marzo de 2025 - 02:15 a. m.
En alguna ocasión Borges escribió que el lenguaje tiene la facultad de simular la sabiduría.
  • Carlina Moreira(32547)24 de marzo de 2025 - 09:57 p. m.
    Tan diestro en el diccionario como en la colchoneta. Ahí te atiendo, honey.
  • Gines de Pasamonte(86371)24 de marzo de 2025 - 08:15 p. m.
    Carline, de daré un consejo: “El que se enoja pierde”, axioma válido en artes marciales y en general en la práctica de toda actividad; te obnubilas, pierdes el norte…, en fin. Me imagino que eres un lector de solapas, pues tus febles escarceos literarios, así como tus “sesudos” y “profundísimos” comentarios, así lo patentizan. Ahhh…, ve al diccionario una vez leído este inocente rapapolvos, jeje. ¡Sorry, tontico(a)!
  • Carlina Moreira(32547)24 de marzo de 2025 - 06:10 p. m.
    Ve a cualquier facultad de literatura y pregunta por la "fuente primigenia" de Borges, y te GARANTIZO que se te mueren de la risa en las narices.
  • Carlina Moreira(32547)24 de marzo de 2025 - 06:06 p. m.
    Y Whitman y Lugones y Cervantes y Schopenhauer y la lista es larga, Quico. El comentario lo borré sin querer queriendo. Pero cuando quieras te doy cátedra. Kiss kiss
  • Gines de Pasamonte(86371)24 de marzo de 2025 - 01:14 p. m.
    Hiciste bien en borrar tu terrible gazapo, bobalicón(a). Ahhh..., Shakespeare y Stevenson lo marcaron, aunque temerario sería afirmar que fueron los primeros.
José Tiberio Gutiérrez Echeverri(70717)23 de marzo de 2025 - 10:47 p. m.
Es muy difícil soportar a los eruditos, y solo una cosa es necesaria: todo. Chesterton, el rey de la paradoja.
Maria Paula Gonzalez Avila(gpes8)23 de marzo de 2025 - 08:22 p. m.
Estanislao Zuleta lo planteó como el Derecho a disentir.
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