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La impronta del papado de León XIV

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Fernando Galindo G.
29 de mayo de 2025 - 04:59 a. m.
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En la homilía de la celebración de la entronización de su elección el domingo 18 de mayo, León XIV enmarcó el rumbo de su pontificado: “Amor y Unidad: estas son las dimensiones de la misión confiada a Pedro por Jesús”. Agregó: “fui elegido sin ningún mérito y, con temor y temblor, vengo a vosotros como un hermano que quiere ser servidor de vuestra fe y de vuestra alegría, caminando con vosotros por el camino del amor de Dios, que quiere que todos estemos unidos en una sola familia”. Trazó así una continuidad pastoral con el papa Francisco en la encíclica “Fratelli Tutti”, coincidiendo en que el encuentro de la humanidad como ”un solo pueblo” debe ser la expresión de la primera caridad en la política: la forma concreta de amar al mundo.

Previamente, había anticipado: “queremos ser una iglesia sinodal, que camina, que busca siempre la paz, y estar cercanos, sobre todo a aquellos que sufren”. El recrudecimiento de las acciones de guerra de Israel contra Gaza, que ha matado en los últimos días a centenares de palestinos, sometiendo al sufrimiento y a la lucha interna por la hambruna a los niños inermes y a las familias, condujo al papa a implorar a todas las naciones acciones efectivas para terminar ese conflicto. Al menos sus palabras produjeron algún eco en otro polo de guerra, la de Rusia contra Ucrania: Donald Trump llamó por separado a Putin y a Zelenski el lunes pasado, en un nuevo intento para avanzar en las negociaciones, que no luce esperanzador por la respuesta de Putin.

El papa León XIV ofreció El Vaticano para acoger las conversaciones de paz entre esos países de Europa del Este. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a la prensa que no hay ningún acuerdo concreto sobre las próximas reuniones. En diversas audiencias, León XIV lamentó la persistencia de diversos conflictos en el mundo, “desde Tierra Santa hasta Ucrania, desde el Líbano hasta Siria, desde Medio Oriente hasta Tigray, en Etiopía y en el Cáucaso” e hizo un llamado a trabajar para lograr la paz.

Agregó: “Haré todo lo posible para que esta paz se extienda”. León XIV fundamenta su misión como mediador de la paz para el mundo, al preguntar en la homilía “¿cómo puede Pedro realizar esta tarea? El Evangelio nos dice que esto sólo es posible porque experimentó en su propia vida el amor infinito e incondicional de Dios, incluso en los momentos de fracaso y de negación”.

Continuó citando la pregunta de Jesús a Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” (Jn, 21,16) ,y agregó: “se refiere, por tanto, al amor del Padre”. Concluyó más adelante: “El ministerio de Pedro está marcado precisamente por este amor oblativo, porque la Iglesia de Roma preside la caridad y su verdadera autoridad es la caridad de Cristo. Nunca se trata de encarcelar a otros a través de la dominación, la propaganda religiosa o los medios de poder, sino siempre y solo de amar como lo hizo Jesús”. Esta conceptualización de León XIV lo define como un pastor que ha hecho vivencial el Evangelio en el ejercicio de su vocación sacerdotal.

Continuó convocando “a construir el edificio de Dios en la comunión fraterna, en la armonía del Espíritu, en la coexistencia de las diversidades”. Llama la atención su referencia a San Agustín, obispo de Hipona y doctor de la Iglesia, (El papa León fue prior general de los agustinos): “La Iglesia está formada por todos aquellos que están en armonía con sus hermanos y aman al prójimo”.

Enfatizó: “Este, hermanos y hermanas, quisiera que fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y de comunión, que se convierta en fermento de un mundo reconciliado”. La sabiduría del papa León sobre la geopolítica la demostró afirmando: “En nuestro tiempo, todavía vemos demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo al otro, por un paradigma económico que explota los recursos de la Tierra y margina a los más pobres. Y queremos ser, en el corazón de esta masa, un poco de levadura de unidad, de comunión, de fraternidad”. Ofreció su enfoque papal: “Queremos decir al mundo, con humildad y alegría: ¡mira a Cristo¡ ¡Acércate a Él! ¡Acoged su Palabra que ilumina y consuela¡”

Finalizó recordando a su antecesor de quien tomó el nombre: León XIII. “Hoy podemos preguntarnos si no veríamos una pacificación a corto plazo si estas enseñanzas pudieran prevalecer en las sociedades”. El mensaje que pregonó León XIV en la homilía de entronización de su papado trasciende las fronteras de la Iglesia Católica, para que sea escuchado y aplicado por los gobernantes y dirigentes de todos los países.

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Atenas (06773)29 de mayo de 2025 - 03:37 p. m.
¡Ahh, Galindo, de ese vacuo verbo ya estamos hasta el techo! Y menos de vos q’ gozas de lo lindo con tus pobres ideitas, como esa de demonizar o satanizar al admirable Sistema de Salud de Colombia, pa hacerle así el juego al infernal drogadicto y ñero Petro. Además de q’ el título de la columna no viene al caso sobre lo q’ se propone tuquio de razones León XIV, o plan de su papado; mas no es aún “impronta”, xq’ esto es Huella q’ queda o deja algo. Lo tuyo: regalo griego. Atenas.
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