El Espectador no tiene como premisa ir detrás del click fácil

Corto y al grano porque esta semana solo recopilé un par de Jalones de Orejas.

Tal vez con el que más identificado me sentí fue con uno en el que caímos de carambola en medio del debate que se iba armando porque el presidente Petro no había dejado como delegataria durante su viaje a la Asamblea de a ONU a la vicepresidenta Francia Márquez.

Como saben, muchos expertos de Twitter se lanzaron a explicarlo como una muestra más de las grietas que se dice han venido creciendo en la relación entre el presidente y la vicepresidenta, cuando nunca el o la vicepresidente es nombrada para el reemplazo temporal simplemente porque las normas exigen que sea un ministro o ministra.

Pero claro, el tema estaba sobre la mesa, las discusiones crecían y tenía todo el sentido hacer claridad sobre el tema. Pero en lo que sí creo que tenía razón @gypsypao en su #JalónDeOrejas es en que dejar la duda en el titular para llamar la atención contribuía a ampliar la confusión en lugar de aclararla.

Sí, puede que en el mismo gancho de la nota estuviera la respuesta a la pregunta, pero creo que un periódico como El Espectador que no tiene como premisa ir detrás del click fácil con ese tipo de “jugaditas” debe tener más cuidado al utilizar los titulares con preguntas.

No digo que no sean válidos los títulos en pregunta, muchas veces lo son, incluso para aclarar dudas, pero en este caso, como estaba creciendo tanto la confusión sí ceo que debimos ir directo con la intención de aclarar el asunto en lugar de dejarlo en el aire para atraer la lectura.

Y hablando de promociones y cosas a las que los periodistas les damos mucha mayor importancia de la que en realidad tienen recibimos un #JalónDeOrejas que comparto, pero por poner en énfasis donde no debíamos ponerlo.

Me refiero a la tendencia de los periodistas a hablar de exclusivas o de presentar las entrevistas como “habla por primera vez” y esas cosas.

Ese fue el reclamo de @dannavenezolana porque al presentar una entrevista con Pablo Beltrán, el dirigente del Eln, dijimos que hablaba por primera vez desde la visita de delegados del gobierno a Cuba para comenzar a explorar la negociación de un posible acuerdo de paz.

Pues según parece ya alguien había hablado antes con él y había publicado una entrevista, con lo cual quedamos un poco en ridículo al presentarla de esa manera.

Con todo, me pregunto, ¿es importante si había hablado antes o no, o lo importante es lo que dijo, así haya sido por primera o por segunda o por quinta vez?

Diría Chente “que no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar”.

Los periodistas siempre queremos llegar de primeros a una noticia, y eso no está mal, pero es más importante, y cada vez más lo es, llegar con un buen contenido que llegar primero.

Termino con una foto de referencia muy mal utilizada.

La noticia era la identificación de un cuerpo hallado en la represa del Muña en las afueras de Bogotá. Y como referencia se escogió una imagen de un escenario de un crimen.

Sin embargo, era nada menos que las fotografías de la investigación del famoso, o infame mejor, operativo militar en Puerto Leguízamo, y además, con la leyenda original de la fotografía.

Corto y al grano porque esta semana solo recopilé un par de Jalones de Orejas.

Tal vez con el que más identificado me sentí fue con uno en el que caímos de carambola en medio del debate que se iba armando porque el presidente Petro no había dejado como delegataria durante su viaje a la Asamblea de a ONU a la vicepresidenta Francia Márquez.

Como saben, muchos expertos de Twitter se lanzaron a explicarlo como una muestra más de las grietas que se dice han venido creciendo en la relación entre el presidente y la vicepresidenta, cuando nunca el o la vicepresidente es nombrada para el reemplazo temporal simplemente porque las normas exigen que sea un ministro o ministra.

Pero claro, el tema estaba sobre la mesa, las discusiones crecían y tenía todo el sentido hacer claridad sobre el tema. Pero en lo que sí creo que tenía razón @gypsypao en su #JalónDeOrejas es en que dejar la duda en el titular para llamar la atención contribuía a ampliar la confusión en lugar de aclararla.

Sí, puede que en el mismo gancho de la nota estuviera la respuesta a la pregunta, pero creo que un periódico como El Espectador que no tiene como premisa ir detrás del click fácil con ese tipo de “jugaditas” debe tener más cuidado al utilizar los titulares con preguntas.

No digo que no sean válidos los títulos en pregunta, muchas veces lo son, incluso para aclarar dudas, pero en este caso, como estaba creciendo tanto la confusión sí ceo que debimos ir directo con la intención de aclarar el asunto en lugar de dejarlo en el aire para atraer la lectura.

Y hablando de promociones y cosas a las que los periodistas les damos mucha mayor importancia de la que en realidad tienen recibimos un #JalónDeOrejas que comparto, pero por poner en énfasis donde no debíamos ponerlo.

Me refiero a la tendencia de los periodistas a hablar de exclusivas o de presentar las entrevistas como “habla por primera vez” y esas cosas.

Ese fue el reclamo de @dannavenezolana porque al presentar una entrevista con Pablo Beltrán, el dirigente del Eln, dijimos que hablaba por primera vez desde la visita de delegados del gobierno a Cuba para comenzar a explorar la negociación de un posible acuerdo de paz.

Pues según parece ya alguien había hablado antes con él y había publicado una entrevista, con lo cual quedamos un poco en ridículo al presentarla de esa manera.

Con todo, me pregunto, ¿es importante si había hablado antes o no, o lo importante es lo que dijo, así haya sido por primera o por segunda o por quinta vez?

Diría Chente “que no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar”.

Los periodistas siempre queremos llegar de primeros a una noticia, y eso no está mal, pero es más importante, y cada vez más lo es, llegar con un buen contenido que llegar primero.

Termino con una foto de referencia muy mal utilizada.

La noticia era la identificación de un cuerpo hallado en la represa del Muña en las afueras de Bogotá. Y como referencia se escogió una imagen de un escenario de un crimen.

Sin embargo, era nada menos que las fotografías de la investigación del famoso, o infame mejor, operativo militar en Puerto Leguízamo, y además, con la leyenda original de la fotografía.