16 de julio de 2025 - 04:11 p. m.

Miguel Uribe: otra caricatura ofensiva y un debate sobre la libertad de expresión

Esta semana publicamos de nuevo una caricatura ofensiva alrededor de la penosa situación de Miguel Uribe Turbay y su familia. Está plenamente justificada la indignación y no concebimos que semejante tragedia pueda ser sujeto de burla. Sin embargo, que la posición de nuestros colaboradores columnistas vaya en contra de nuestra posición editorial también es absolutamente válido.

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GERARDO HERNÁNDEZ ABRIL(24072)17 de julio de 2025 - 04:03 p. m.
Buena caricatura. El caricaturista refleja la realidad a la que ha apelado el CD para desesperadamente buscar el poder.
  • MARIO BERRIO(jbw8b)25 de julio de 2025 - 11:36 a. m.
    Atar
Mar(60274)17 de julio de 2025 - 03:26 a. m.
Acabo de ver la caricatura y no dice nada que no sea verdad.
  • MARIO BERRIO(jbw8b)25 de julio de 2025 - 11:38 a. m.
    Adiraplam
Alberto Rincón Cerón(3788)17 de julio de 2025 - 01:07 a. m.
Gracias, Fidel Cano.
Atenas (06773)16 de julio de 2025 - 11:54 p. m.
Pese a mi interés en participar en el foro de EE respecto de lo q’ aporten sus colaboradoras, columnistas o dibujantes de mamarrachos - en los q’ no incluyo al magistral y sin igual H.Osuna por razones más q’ obvias-, q’ otro de sus pinta monos haya hecho mofa del repudiable y lamentable atentado contra Mi.Uribe T. fue pa mí intrascendente debido a q’ sólo algunos agudos lectores se percataron de ello, y como soy un lector muy ocupado, en basura no me desgasto. Atenas.
  • Ulises20(10892)17 de julio de 2025 - 03:54 p. m.
    Osuna, razones más que obvias: godo hasta la médula. Bien Apenas, coherente en algo. Con razón dicen que hasta un reloj parado da la hora correcta dos veces al día.
Ulises20(10892)16 de julio de 2025 - 10:56 p. m.
Más doloroso, a mí parecer, es ver la estratificacion del dolor, de la muerte. Quieren, los medios de comunicación, obligar a todos los colombianos a sentir dolor, pero los muertos del Catatumbo, del Cauca o los damnificados por el invierno del Chocó son paisaje, se normalizan y a excepción de sus familiares y beneficiarios de sus ejecutorias, en el caso de líderes sociales, nadie más prende velas, ni llora. Dejemos la hipocresía
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