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Bloqueo e imaginación

Francisco Gutiérrez Sanín
18 de junio de 2021 - 03:30 a. m.

El mismo Gobierno que denuncia furiosamente los bloqueos ha puesto al país en una situación de peligroso bloqueo. En las últimas semanas, demandas apremiantes desde la ciudadanía fueron presentadas de manera masiva y apasionada en las calles. Pero Duque y su equipo simplemente no las atenderán. El anuncio de “descentralizar el diálogo” en 200 mesas así lo revela —aunque también sugiere que por lo menos alguien en los corredores del poder sí tiene algún sentido del humor—. El oficialismo no quiere, pero creo que también es cierto que tampoco puede, hablar con los distintos sectores que han estado protestando: carece de las destrezas y de las capacidades mínimas para oír a quienes no pertenezcan a su círculo angosto y cerrado.

Adjetivos estos que se pueden aplicar a su visión de futuro: es o él o Maduro. Aparte de esta alternativa, no tiene mucho que decir ni que ofrecer. En teoría, disciplina a bala para bloquear la opción venezolana —en la práctica, para contener cualquier intento de alebrestarse, que sería un síntoma de que la “revolución molecular disipada” se pone en movimiento—. No menos. No más. Creo que en estos dominios quien en realidad representa de manera canónica al oficialismo no es de hecho el caudillo, sino María Fernanda Cabal. Destrucción del patrimonio de este país: porque nuestro nobel de Literatura merece ir al infierno contrainsurgente y los representantes de la religión mayoritaria de los colombianos son también comunistas. A cambio de botar a la basura todo lo que significan estas figuras, ¿qué ofrece? Nada, porque no produce ni lástima. No representa más que esterilidad, ignorancia patética y odio.

Quienes pignoren su futuro a esta opción se van a meter —y nos van a meter a todos— en serios problemas. Quiero dejar esta constancia para que en los años venideros los quejicas irresponsables que hayan sembrado los horrores del futuro inmediato no puedan abrir la bocota sin que no se les pueda por lo menos responder: “Te lo dije”.

Pero para el resto el desafío es imaginar una ruta que sea distinta a la del oficialismo y a la de la antidemocracia y la destrucción del aparato productivo que, efectivamente, representa Maduro. Aunque por supuesto el país enfrenta tareas muy urgentes —entre otras cosas, detener el asesinato de su savia transformadora, los jóvenes que participan en el espacio público, y exigir el retorno de los desaparecidos—, pensar en detalle nuevos rumbos en términos de política y diseño institucional es en este momento fundamental. No sé si la consigna del mayo del 68 parisino —“la imaginación al poder”— sea adecuada; a mí nunca me cuadró mucho. Pero sí, en cambio, es cierto que no hay transformación social positiva sin la capacidad de ampliar seriamente el horizonte de imaginación política. Un buen ejemplo es el Estado de bienestar: nació de la mano de personajes bizarros e improbables —ricos descarrilados, burócratas prepotentes y sindicalistas heterodoxos, entre otros muchos—, que se empeñaron en hacer cosas que todo el mundo decía que no se podían o debían, y que fueron improvisando y descubriendo oportunidades y capacidades sobre la marcha (buenos ejemplos se encuentran en Timmins, 2017*). Pese a sus diferencias, lograron coordinarse exitosamente.

En una situación de bloqueo, en donde demandas que podrían y deberían ser tramitadas institucionalmente son respondidas con brutalidad homicida, es fácil caer en la impotencia aprendida. O centrarse en la crítica acerba —completamente justificada— sin preguntarse qué podría venir después.

Por supuesto, hay miles de colombianos que han estado pensando sobre esto. Lo que digo seguramente no constituya gran novedad. Pero creo que este es el momento para escalar significativamente nuestra imaginación transformadora. Llevamos dos décadas de hegemonía asfixiante de una fuerza violenta y turbia. ¿Qué habría que hacer de manera distinta, cómo traducir eso a políticas públicas?

* Nicholas Timmins (2017): “The Five Giants. A Biography of the Welfare State”, William Collins, Londres.

 

Romeo Dolorosa(earx4)19 de junio de 2021 - 02:54 a. m.
Al final, solo el tiempo.
Fernando(70558)18 de junio de 2021 - 10:20 p. m.
La coalición de gobierno la está metiendo toda para construir lo suyo en lo q queda de mandato y seguir gobernando. La coalición alternativa ingenuamente les hace el juego a sabiendas de su desigualdad numérica.Sólo queda 1 salida: las multitudes en la calle bloqueando los proyectos de ley del gobierno narco-paraco. ¡¡¡Por las mayorías del bloque alternativo en el Congreso del 2022 ADELANTE!!!
Oinilk(2715)18 de junio de 2021 - 03:23 p. m.
La "para-noia" de la Cabal no tiene límites. Primero pidiendo bala y ahora tildando a los jesuitas de comunistas.
Atenas(06773)18 de junio de 2021 - 11:45 a. m.
Este exégeta d ya necrosada ideología, en rol d momia egipcia opinadora, y fiel a su estilo 'yoista', hace d oráculo d Delfos y nos deja su advertencia d....¿d qué fue su admonición?, ah, sí, d alguna d las sandeces q' suele aquí opinar. Y en tal niñería, nos recuerda q' no le sonó mucho "la consigna del 68"-La imaginación al poder- y q' ahí fue donde esa cosa se vino a joder. No nos dejes, Pacho.
  • Oinilk(2715)18 de junio de 2021 - 03:21 p. m.
    Como de costumbre el necrosado del Apenas con sus sandeces y boludeces.
  • Cesar(05125)18 de junio de 2021 - 01:53 p. m.
    Y sigue Nepomucena con su ahorro irrespetuoso de letras para continuar con su coprolalia en contra de los columnistas.
  • Fernando(17040)18 de junio de 2021 - 01:04 p. m.
    Este estrecho de mente, arrogante defensor de la violencia no le sirven sino los raciocinios ra-ta-ta-ta-ta del uribismo
Periscopio(2346)18 de junio de 2021 - 11:54 a. m.
¿Y qué habría que hacer de manera distinta cuando los líderes sociales son exterminados por manifiestar su imaginación transformadora, sentenciados a muerte por la retrógrada imaginación regeneradora laureanouribista que nos gobierna?
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