Apenas se ponen patas arriba, algunas preguntas muy antipáticas comienzan a tener sentido. Mi favorita es: “¿Usted no sabe quién soy yo?”. Que se puede responder con: “¿Y sí, quién es usted?”.
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Apenas se ponen patas arriba, algunas preguntas muy antipáticas comienzan a tener sentido. Mi favorita es: “¿Usted no sabe quién soy yo?”. Que se puede responder con: “¿Y sí, quién es usted?”.
Esta semana estuvo repleta de posibilidades para aplicar esta versión de la pregunta invertida, pero me temo que en esta columna sólo voy a poder referirme a dos. La primera es el brutal ataque del Ejército de Liberación Nacional que dejó un saldo de nueve soldados muertos. Nueve vidas jóvenes, de gente del pueblo, que se pierden irreparablemente. ¿Y a cuento de qué? Ya que hablamos de la paz total y de una paz que pase por la participación de todos los colombianos, ¿no se darán cuenta los grupos armados ilegales de que los colombianos estamos hasta la coronilla de estas acciones? ¿No nos querrán dar un respiro y apostar en serio por la paz? ¿Quiénes son, qué se proponen? ¿Y a qué clase de fuerzas le sirven objetivamente atentados como el que acaba de pasar? Quién sabe qué responderían diferentes sectores de la población a estos interrogantes.
La segunda: a la hora en que escribo estas líneas el Congreso de la República discute el Acto Legislativo 019 de 2022 del Senado y 254 de 2022 de la Cámara, que reconoce a los campesinos como sujeto especial de protección constitucional e integra al bloque de constitucionalidad la declaración de las Naciones Unidas sobre derechos de los campesinos. Ojalá se apruebe. Independientemente de lo que decida el parlamento, la Asociación Nacional de Industriales (ANDI) sacó un comunicado que me dejó boquiabierto. Pero ya lo dije en la columna anterior: estas cosas ya no deberían producirme ni frío ni calor.
En su corto texto, la ANDI —en un lenguaje untuoso y leguleyo— declara que, en “nombre del bien común” y la “democracia participativa”, hay que hundir la iniciativa. El argumento —creo que no estoy distorsionándolo, el lector interesado puede encontrarlo en la red— se reduce al siguiente punto: los campesinos y los colombianos ya están lo suficientemente protegidos.
Pero eso simplemente no es verdad. La ANDI, claro, se refiere a la protección en el papel; aunque aquí también creo que los labriegos están en desventaja. Pero cuando pasamos a la protección real, la tangible, la trayectoria colombiana con respecto de los campesinos es absolutamente catastrófica. Desplazamiento de millones, despojo de cientos de miles (en la versión optimista), cientos también de masacres que afectaron sobre todo a las gentes más vulnerables del campo. Todo esto, combinado con políticas públicas muy agresivas, que cayeron sobre la cabeza de los campesinos preciso cuando les estaban reventando el alma a punta de bala. Y frente a todos nosotros.
Lo que me genera algunas dudas simples. ¿Qué dijo la ANDI cuando les destripaban con piedras las cabezas a los protegidísimos campesinos? ¿Dónde estaba entonces su apasionada propensión por la democracia participativa y el bien común? ¿Dónde su preocupación frente a masacres, desplazamientos y despojos? ¿Dónde su voz? Estoy seguro de que alguna iniciativa habrá adelantado frente al Congreso para expresar su dolor de patria frente a esos fenómenos y me gustaría ser ilustrado sobre el punto.
Si calló, estaríamos frente a un feo agravante. ¿No es dolorosa, terrible, agresivamente conchudo —si me permiten usar un viejo y noble colombianismo— hablar desde el privilegio sobre el riesgo, la precariedad y la vulnerabilidad de los demás? ¿De verdad, no se le ocurre a la ANDI una posición más constructiva? ¿No entiende la ANDI que de pronto su papel pasa por construir puentes y establecer condiciones para que todos podamos pensar en un futuro común? ¿Y no cree la ANDI —que finalmente expresa los intereses de un grupo demográficamente muy muy pequeño— que de pronto le conviene hacerse querer un poquito?
En fin: ¿quiénes son ustedes? ¿De dónde salió este comunicado y esta posición a la vez antiestética e inepta?