Esta semana quería hablar de Gaitán, pero me tocó hablar de Uribe. No me pone feliz. Cierto: de alguna manera se relacionan. Ambos han tenido una influencia larga y duradera en el país. Son íconos. Ambos provienen de la entraña del Partido Liberal. Ambos apelaron directamente al pueblo. Pero hasta ahí llegan los parecidos básicos. Gaitán, una víctima real, representó un liderazgo profundamente positivo, basado en la promesa de la ampliación social y política de nuestra democracia. Digo esto a sabiendas de que hay reevaluaciones de su figura. Por lo que he alcanzado a ver, no son ni particularmente interesantes ni impresionan...
¿Veinte años son nada?
12 de abril de 2024 - 09:05 a. m.