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Como ruedas sueltas…

Francisco Leal Buitrago
29 de julio de 2021 - 05:30 a. m.

Al articular la historia de la Fuerza Pública con la debilidad política del Estado (sin presencia legítima en la mitad del territorio) y la frágil formación nacional (importancia de las regiones) sale a flote su tardía modernización, en un país con gran variedad territorial y enorme biodiversidad. La incapacidad de la Fuerza Pública para controlar todo el territorio nacional indujo su crecimiento y complejidad, sin que haya podido lograrlo. Este aumento de efectivos con un enredado organigrama se explica en términos políticos al observar su tardía y rápida modernización, con gobiernos improvisadores y diversidad de violencias que acompañan la historia nacional.

Lo que más ha afectado el desempeño de la Fuerza Pública han sido las improvisaciones gubernamentales y de los altos mandos, en medio de violencias e influencia de Estados Unidos —entrenamiento de militares en unidades gringas, Plan Colombia, aspersión aérea de herbicidas—, excepto la participación del Batallón Colombia en la guerra de Corea (1951-1954), pues sirvió de base para la posterior modernización militar.

El planteamiento del presidente electo Alberto Lleras Camargo ante los militares en 1958 acerca de no entrometerse en asuntos militares para que a la vez ellos no se inmiscuyeran en política se justificó en su momento, dado el amago de golpe a la Junta Militar de Gobierno. Sin embargo, hizo carrera y se convirtió en dogma. De ahí en adelante la tendencia han sido las improvisaciones militares ante la falta de normas estructuradas de orientación militar, que podrían sintetizarse en la ausencia de una ley de seguridad y defensa. La excepción fueron las órdenes a los militares por parte del presidente Uribe Vélez y sus dañinos efectos, como los “falsos positivos”. La rueda suelta de la improvisación militar —incluidos sus actos delictivos— se enredó más a partir de 1991, tras el nombramiento de ministros de Defensa civiles ignorantes del intríngulis castrense.

En cuanto a la Policía, su nacionalización —había departamentales y municipales— (1960) y posterior dependencia del ministro de Defensa —no del Ministerio— (1993), además de su anterior militarización —subordinación al régimen de justicia penal militar y jerarquización similar a la castrense—, ratificaron su carácter de rueda suelta dada la ignorancia en temas y funciones policiales por parte de la mayoría de ministros de esa cartera.

Al entrelazar estos hechos con las debilidades estatal y nacional, la persistencia de violencias y las improvisaciones políticas gubernamentales, no se vislumbra un horizonte optimista hacia una articulación política militar y policial que contribuya a que el Estado controle la totalidad del territorio nacional (cultivos ilícitos, minería ilegal, narcotráfico, bandas criminales, asesinato de líderes sociales, corrupción, etc.).

Pero como la fatalidad no es propia de las relaciones políticas, es necesario trabajar de manera colectiva para cambiar las tendencias que se divisan hacia el futuro. Las elecciones del próximo año son un primer paso para mejorar la composición del Congreso y lograr un gobierno eficaz y eficiente que busque solucionar los problemas estructurales de la Fuerza Pública, junto con los graves problemas sociales del país.

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Adrianus(87145)30 de julio de 2021 - 04:27 a. m.
Sí señor, termina muy bien su columna.
jose(33220)30 de julio de 2021 - 12:00 a. m.
y hablar de corrupción en las fuerzas armadas . claro todos quieren sacar su tajada . porque los de menos rango saben que los de arriba son corruptos con licencia y con grados y esos altos recibieron el mejor estimulo de alvaro uribe velez . y si el patrón roba como no va a querer hacerlo el subordinado . que se le puede exigir?
FerchoTR(61497)29 de julio de 2021 - 10:15 p. m.
Siempre me he preguntado, ¿quién tensa más la cuerda?. AUV siempre bienpondera a Mario Montoya a pesar de las evidencias y sentido común, Rito Alejo insinúa la podredumbre política pero no menciona a AUV, Mancuso dice que quiere hablar pero exige condiciones y pasa el tiempo. En ese "hagamos pasito", ¿quién tendrá la última palabra?, ¿Quién intimida a quien?
javier(96673)29 de julio de 2021 - 06:22 p. m.
La caracterización del enemigo interno sirve de motivación para sacarle los ojos a los jóvenes sin futuro.
Atenas(06773)29 de julio de 2021 - 01:50 p. m.
A nuestro modo, y en las extremas circunstancias q' nuestro país ha padecido desde siempre, se le ha dado forma a las instituciones, es parte del tortuoso proceso. USA, en 4 años de civil war y 640 mil muertos, reconfiguró su escenario, 40 años después ya era potencia. Nuestro albur ha sido más lento y no menos traumatico, pero ya más maduros estamos en la senda sin P.Castillos o Maduros.
  • Hector(p8zrk)29 de julio de 2021 - 05:42 p. m.
    Cambie de jibaro amigo apenas
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