Desde la campaña presidencial, Petro mencionó varias reformas, incluido el traslado de la Policía Nacional a un nuevo ministerio. De ahí se recordó que sería pertinente, además, su desmilitarización y reorganización. Al llegar a la Casa de Nariño, el nombramiento de un director de la Policía de menos antigüedad que otros generales generó una “limpieza”, sin romper las reglas de juego de retiro obligado de los más antiguos. En los comandos de las Fuerzas Militares se presentó el mismo fenómeno. Parece que esas decisiones afectaron la moral de la Fuerza Pública, según comportamientos posteriores, como la solicitud de retiro de grupos de oficiales. Con tales “limpiezas” no se percibió nada positivo. Por el contrario, cabe mencionar la ideología católica y la “ignorancia” –vinculada con la religión– del actual director de la Policía, según declaraciones públicas en una entrevista, que contradicen el carácter laico del Estado nacional y el acomodo negativo de conocimientos elementales de biología. Esto se suma a los manejos gubernamentales improvisados de las reformas política y de salud. Todo un despelote, incluidas las incoherencias presidenciales.
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Reformas en la Policía
09 de abril de 2023 - 02:05 a. m.