Tela para cortar
«… en su afán por superar a la competencia,The World, […] llevó al pedestal a la “prensa amarillista”, cuyo nombre alude a la entonces novedosa tinta amarilla del cómic ‘The Yellow Kid’. Hearst incubó un engendro del oficio periodístico: la “chiva”.
Las dos primeras oraciones de este escrito presentan cada una la preposición «a» antepuesta a complementos directos que no son de persona, lo cual no está en la norma; además, la segunda tiene alterado el orden de los complementos, lo que crea un equívoco pues el lector puede confundir entre llevar el pedestal a la prensa amarilla o llevar la prensa amarilla al pedestal, lo que verdaderamente ocurrió.
Convendrá a los columnistas una revisión antes de enviar el escrito (a mí también me ha pasado y en esto se involucran los correctores) para encontrar, por ejemplo, que falta el espacio antes del nombre The World. Muchas veces he dado el consejo —no me lo escuchan— de que antes de poner entre comillas una palabra o una frase de la que se duda acerca de su legitimidad se debe abrir el Diccionario para estar seguro de que el uso que se le quiere dar está allí o se deben poner las comillas. Ese consejo debió ser usado con las expresiones «prensa amarillista» y «chiva»: no eran necesarias las comillas.
No se usan las comillas simples para delimitar el nombre de una obra de creación, “The Yelow Kid” debió haberse delimitado con comillas dobles o en bastardilla. Todas esas cosas no son misterios conocidos por unos pocos, sino que se encuentran en obras muy recientes; Gramática 2009; Ortografía 2010 y Diccionario de la lengua española, edición XXIII de 2014. Con esas tres obras al lado del computador salen escritos que no pasarán por esta columna.
Rebus sic stantibus, ‘estando así las cosas’: «… en su afán por superar la competencia de The World […] llevó la prensa amarillista, cuyo nombre alude a la entonces novedosa tinta amarilla del cómic “The Yellow Kid”, al pedestal. Hearst incubó un engendro del oficio periodístico: la chiva».
gazapera@gmail.com
Tela para cortar
«… en su afán por superar a la competencia,The World, […] llevó al pedestal a la “prensa amarillista”, cuyo nombre alude a la entonces novedosa tinta amarilla del cómic ‘The Yellow Kid’. Hearst incubó un engendro del oficio periodístico: la “chiva”.
Las dos primeras oraciones de este escrito presentan cada una la preposición «a» antepuesta a complementos directos que no son de persona, lo cual no está en la norma; además, la segunda tiene alterado el orden de los complementos, lo que crea un equívoco pues el lector puede confundir entre llevar el pedestal a la prensa amarilla o llevar la prensa amarilla al pedestal, lo que verdaderamente ocurrió.
Convendrá a los columnistas una revisión antes de enviar el escrito (a mí también me ha pasado y en esto se involucran los correctores) para encontrar, por ejemplo, que falta el espacio antes del nombre The World. Muchas veces he dado el consejo —no me lo escuchan— de que antes de poner entre comillas una palabra o una frase de la que se duda acerca de su legitimidad se debe abrir el Diccionario para estar seguro de que el uso que se le quiere dar está allí o se deben poner las comillas. Ese consejo debió ser usado con las expresiones «prensa amarillista» y «chiva»: no eran necesarias las comillas.
No se usan las comillas simples para delimitar el nombre de una obra de creación, “The Yelow Kid” debió haberse delimitado con comillas dobles o en bastardilla. Todas esas cosas no son misterios conocidos por unos pocos, sino que se encuentran en obras muy recientes; Gramática 2009; Ortografía 2010 y Diccionario de la lengua española, edición XXIII de 2014. Con esas tres obras al lado del computador salen escritos que no pasarán por esta columna.
Rebus sic stantibus, ‘estando así las cosas’: «… en su afán por superar la competencia de The World […] llevó la prensa amarillista, cuyo nombre alude a la entonces novedosa tinta amarilla del cómic “The Yellow Kid”, al pedestal. Hearst incubó un engendro del oficio periodístico: la chiva».
gazapera@gmail.com