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Las antiguas casonas
«Las Antiguas Casonas». Epicentro.
Presento el titular de uno de los artículos del número de Epicentro que tiene la particularidad de que todas las palabras empiezan con mayúsculas, mientras que en los demás artículos sólo lleva mayúscula la primera letra de cada título: «Las antiguas casonas».
El entierro de Calzones
«El entierro de “Calzones”». Epicentro.
Cuando se escribió esta anécdota de la vida de mi paisano Calzones, llevaba nueve años de existencia la regla de la Real Academia Española para que no se usen las comillas en los apodos a menos que el apodo esté entre el nombre de pila y el apellido. Esto nos lo enseñó Abel “Tiromalo” Méndez.
Esqueísmos
«Lo cierto es que son muy pocos los vinos tintos que hacen buena armonía con los quesos…». «Es que azules, como el Stilton o el Rocquefort, con sus sabores ácidos y salinos…». El Espectador.
Voy a quitar lo que sobra: «Son muy pocos los vinos tintos que hacen buena armonía con los quesos…». «Los azules, como el Stilton o el Rocquefort, con sus sabores ácidos y salinos…». Como ven, son escritos que no hacen falta y que tienen unas frases que lo único que hacen es aumentar el número de frases inactivas.
Una buena y otra mala en la misma palabra
«… y quería contar que 97 niños emberá atraviesan las selvas y los ríos para asistir a clase». El Colombiano.
Los nombres de las etnias tienen, gramaticalmente, el mismo trato que los orígenes de cualquier grupo que nace en determinado lugar. Es decir, un grupo de antioqueños y no un grupo de antioqueño. La buena, en el caso que nos ocupa, consiste en que el nombre de la etnia va en minúscula.
gazapera@gmail.com
