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Es hora de balances y proyecciones. En materia de televisión creo que hay varios temas para mencionar.
Con la adopción de la norma de origen europeo para la Televisión Digital Terrestre, el país inicia un proceso de transición para los siguientes años, que se traduce en retos y oportunidades tanto para los operadores como para los generadores de contenidos.
Dando señales de políticas claras para la transición, soy de la opinión de que los colombianos tendremos un medio masivo de comunicación como la televisión para utilizarlo en bien del uso y apropiación de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Debemos acabar el mito de que requerimos entre 8 y 10 años para la transición. Por el contrario, si se dan los incentivos apropiados por parte del Estado, deberíamos en los siguientes 3 o 4 años tomar la delantera en Latinoamérica en el desarrollo tecnológico con nuevas fuentes de negocios relacionados con televisión móvil y nuevos contenidos asociados con la interactividad que redunden en beneficio de una mayor inclusión social y también en créditos para los empresarios.
De igual forma, tendremos pronto canales de televisión con tecnología digital, si la CNTV, antes que seguir contratando bancas de inversión que avalen esquemas inviables para sostener la actual televisión pública, arriesga en algo su maltrecha credibilidad liderando opciones creativas y de interés general que la tecnología le permite desarrollar. Por más que nuestra entidad pública, independiente, cobre millones de dólares a los actuales y futuros concesionarios de televisión en Colombia por los siguientes 10 años, el costo-beneficio de mantener los actuales canales públicos nacionales y regionales no se compadece con el desestímulo que esto puede generar en otros campos como la exportación de contenidos, tan competitivos y apreciados en la actualidad o sobre los que podrían desarrollarse si Colombia lidera la inclusión de nuevos productos con ocasión de esta nueva televisión.
Reto importante el que tienen el operador público nacional, RTVC, y los 8 canales públicos regionales de establecer sin titubeos y en el corto plazo una ruta crítica que establezca los objetivos, los medios para alcanzarlos y los recursos que se necesitan para los siguientes 10 años con ocasión de la implantación de la tecnología digital para la televisión terrestre con el fin de confrontarlos con los beneficios que se proponen en el corto y mediano plazo. Dar este debate de cara al país es mi mayor deseo en materia de televisión para 2009.
