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En una semana con tantas noticias relacionadas con redes sociales que se crean de cuando en vez en nuestra sociedad como las pirámides y la tristemente llamada “familia DMG”, reconforta que igualmente otras sociedades tengan tiempo, recursos y disposición para entregar a la humanidad redes temáticas de conocimiento e información como ha sido el lanzamiento de Europeana.
Nosotros hicimos millones de “hits” en páginas web de nuestros medios de comunicación para repetir las imágenes de David Murcia Guzmán, símbolo de esa sociedad que creamos del dinero fácil, mientras otros traían imágenes digitales a razón de 10 millones de hits por hora para recordarnos que hay gente que piensa en cultura y que las nuevas tecnologías ayudan a encontrar y dar sentido a otros valores que tiene la sociedad.
Mientras nuestras pirámides se caen porque en su estructura no hay valores perdurables, la red temática Europeana se expande con un clic al permitir acceder a nobles valores desplegados en red y representados en más de dos millones de objetos, películas, fotos, pinturas, sonidos, mapas, manuscritos, libros, periódicos y archivos que dan cuenta de la cultura europea.
Si la página Europeana se cayó a las pocas horas de su lanzamiento mundial el 20 de noviembre, no ha sido por la estructura permeable de valores que es causa de derrumbamiento de nuestras pirámides, sino por el desbordante afán de conocer una red que ofrece conocimiento y obras que enaltecen el género humano.
Europeana en pocos días no sólo será una red temática con más de 10 millones de objetos, sino que será un lugar virtual que dignifica y da sentido a la condición humana gracias al uso apropiado de las nuevas tecnologías. Por el contrario, en esta Navidad y en estos lugares, seguramente estaremos con la misma temática de las pirámides, abriendo capítulos y esclareciendo sórdidos vínculos gracias al uso de las nuevas tecnologías.
El tema de DMG permite evidenciar que llevamos muchos años destinando recursos, políticas públicas y tecnología a confirmar que el narcotráfico generó en mucha gente la cultura del dinero fácil, mientras otras sociedades dedican esfuerzos maravillosos a que la gente piense en cultura.
