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Las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC) no son un fin en sí mismas, sino un medio para mejorar la relación de los ciudadanos con las esferas del actuar cotidiano, entre ellas con la administración tributaria.
La DIAN y las secretarías de hacienda territoriales están obligadas a impulsar de manera más decidida la utilización de las nuevas tecnologías para lograr una mayor formalización de las actividades económicas y empresariales. La mayoría de los ciudadanos y todas las empresas deberían relacionarse al menos una vez al año con la administración tributaria para cumplir con sus deberes fiscales.
El contribuyente puede tener uno u otro comportamiento frente a lo que implica formalizar sus actividades con el pago de impuestos dependiendo de la forma y los medios como se relaciona con la administración tributaria. Está ampliamente demostrado que en países donde las administraciones tributarias motivan a los ciudadanos y empresarios en el uso de las TIC hay mejoras en la percepción del contribuyente en una actuación específica y logra un mayor recaudo de impuestos.
La consecución de fines públicos será esencialmente del Estado, que depende de los particulares para cumplir sus cometidos y de las TIC para que los ciudadanos sean sujetos activos en los procesos públicos.
Es fundamental que las administraciones ofrezcan a todos los ciudadanos en las páginas web programas informáticos que motiven la elaboración e impresión de declaraciones tributarias con su correspondiente sistema que permita la presentación y pago en línea. Este ejemplo cambiaría sustancialmente la relación administración-ciudadano, pues además de contribuir a la difusión de la internet, el Estado encuentra aplicación y uso de la firma electrónica o, como sucede en España, genera canales de relación con el ciudadano a través de nuevas tecnologías como los mensajes de texto o la televisión digital.
No todo puede ser el Muisca, que si bien es una herramienta tecnológica útil, da la sensación que nuestra relación es exclusivamente recaudadora, represiva y de sujetos de inteligencia del Estado.
