La reducción de la tasa de interés de intervención del Banco de la República deja otra buena señal de política macroeconómica para el cierre de año. Aunque debió ser más agresiva que 25 puntos básicos, la medida va sin duda en la dirección correcta. La inflación ha cedido por varios meses consecutivos —a un ritmo lento pero sostenido— y se enfrió ya el crédito para corregir excesos de demanda pospandemia, especialmente del consumo. Sin embargo, de la mano de los resultados deseables en la inflación y el crédito de consumo, ocurrió también una desaceleración de la economía, mayor que la esperada, junto con costos adicionales para la inversión y con signos iniciales de deterioro en el mercado laboral. Era hora de empezar a ceder. No porque el aumento de tasas se haya demorado cuando la inflación despegó, el descenso tenía que tardar.
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Bien por el primer descenso de tasas
26 de diciembre de 2023 - 02:05 a. m.