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Cautela sí, quietud no

Gonzalo Hernández
19 de septiembre de 2023 - 02:05 a. m.

Era difícil para el Banco de la República definir el camino del ajuste de su tasa de interés de intervención luego de haberla llevado a 1,75 % en la pandemia (hoy es 13,25 %). Los choques inflacionarios pospandemia eran sorpresivos y variados; incluían cambios en los patrones de consumo de los hogares, embotellamientos en las cadenas logísticas, un invierno largo y severo, la guerra de Ucrania, altos precios de la energía y episodios de fuerte depreciación cambiaria. Tampoco era fácil para la Junta aguar la recuperación de la economía.

Para algunos el incremento de tasas debió iniciar más temprano que tarde —para no darle ventaja a la inflación—. No obstante, la senda de ajuste de la tasa de interés de la política monetaria fue prácticamente plana en 2021 y terminó en modo escalada, llevando la tasa de interés a 13,25 % en menos de un año y medio (de octubre de 2021 a marzo de 2023).

El nivel de la inflación sigue alto hoy (11,43 %). Pero hay que agregar: controlado, con perspectivas positivas y sin síntomas de aceleración. La inflación básica (sin alimentos ni regulados), aunque lentamente, ha cedido. Los choques inflacionarios se van disipando —incluyendo los momentos recios de depreciación de 2022—. Parte del enfriamiento del crédito que buscaba el Banco ya se está dando. Y nada en este momento hace anticipar un fenómeno de aceleración de los precios para ser enfrentado con tasas de interés más altas que las actuales.

Mantengo la convicción de que muchos de esos choques debían y deben ser tratados como transitorios, aun si lo transitorio significa ahora más tiempo que antes de la pandemia. No se controla la inflación de los precios de los alimentos o de la energía con tasas de interés más altas. Es clara, como dije en 2022, la necesidad de una política antiinflacionaria de oferta basada en la expansión de los sectores agrícola e industrial.

Hay que tener en cuenta, además, las bajas tasas de crecimiento de 2023 y 2024 (entre 1 y 2 %) que, sin hacer algo al respecto, llevarán a un deterioro del empleo. Por eso vale la pena repetir lo que se sabe bien en el Banco de la República: su tarea constitucional no es solo la de controlar la inflación; debe, en coordinación con el Gobierno, propender a otros objetivos macroeconómicos, como el de mejorar el empleo. Así que cautela sí, quietud no. La Junta podría reducir su tasa en 50 puntos básicos (a 12,75 %), que seguiría siendo positiva en términos reales (luego de restar la inflación), y nada evita que el monitoreo continúe. Mejor empezar la reducción gradualmente ya.

Tres puntos finales: 1) no se afecta la independencia del Banco de la República cuando los gremios (ANDI y Asobancaria) piden modificaciones de la política monetaria o si lo hacen en compañía del ministro de Hacienda, sigue siendo prerrogativa de la Junta la decisión; 2) el desafío de la desaceleración también debe ser enfrentado con programas de fortalecimiento del empleo, en conjunto con el sector privado, y buena ejecución de la inversión del Presupuesto General de la Nación, y 3) así como cautela no significa inacción, independencia no significa descoordinación.

* Exviceministro técnico de Hacienda y Crédito Público. Profesor titular de Economía de la Universidad Javeriana. @G_HernandezJi

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Alberto(3788)20 de septiembre de 2023 - 12:18 a. m.
Equilibrado análisis.
Mario(196)19 de septiembre de 2023 - 09:26 p. m.
Veo mal a BanRep en este asunto, cuando el pais (empresas, negocios, inversionistas) necesita credito barato y flujo de caja mantienen unas tasas altas y los bancos unas tasas de usura que no se ven en ningun OCED. Son independientes pero mas parecen indolentes. Esas tasas altas funcionan en USA pero, aqui lo que producen es freno al desarrollo. Colombia no es USA!
Atenas(06773)19 de septiembre de 2023 - 11:56 a. m.
Con ideítas de libro de texto en materia económica, Chalo, pretende vagarosa/ sugerirle al sofista y a la Junta del B. de la R. sí q’ basta q’ se apliquen a fomentar las actividades agrícolas e industriales q’ de allí habrá como x arte de birlibirloque empleo constante y abundante, y listo se acabó el cuento. Y q’ con q’ le bajen medio punto a la tasa de interés interbancaria, apenas el 3.77%, esto se dispara, ¡Plop! Me ocupo en finanzas aún y eso es ridículo. Q’ mejor lea a Sarmiento y Salomón.
Maryi(41490)19 de septiembre de 2023 - 11:38 a. m.
Buen análisis....
leunamuno(9808)19 de septiembre de 2023 - 11:02 a. m.
Brillante y pedagógico. Mil gracias.
  • Atenas(06773)19 de septiembre de 2023 - 11:57 a. m.
    ¡Ahhh! Este pobre Deunamano y escaso caletre fácil lo embolatan con un tris de bocadillo. Sorry for you, Atenas.
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