El Gobierno lanzó su proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2021. Fuera del aumento en 42 billones de pesos frente al 2020 (16%) –algo esperable en medio de las circunstancias actuales–, las participaciones sectoriales reflejan poco interés o poca capacidad política para cambiar el curso frente a las condiciones extraordinarias de la pandemia.
El presupuesto para la Salud, central en estos tiempos recios, y que no solo tiene que ver directamente con la COVID-19, sino con los efectos de la inatención de otras enfermedades durante la pandemia y el fortalecimiento de la infraestructura hospitalaria pública, crece 12 % (cuatro puntos por debajo del crecimiento agregado del PGN). Sorprende además que su componente de inversión crece 4,6 % mientras el aumento de sus gastos de funcionamiento es 12,4 %. Prácticamente todo el presupuesto de Salud (36 billones de pesos) se va en gastos de funcionamiento (35 billones). Sin inversión, poco o nada por esperar en materia de una transformación estructural del sector.
Defensa y Policía, mientras tanto, crece 11 %, y continúa con una participación en el Presupuesto General de la Nación mayor que la participación de Salud (12,18 % vs. 11,40 %). Dudo mucho que esas sean las tajadas presupuestales óptimas para atender los intereses esenciales de los colombianos hoy en día.
El Gobierno no tiene la excusa de decir que el PGN de 2021 evidencia una reacción coyuntural a choques repentinos que han tomado por sorpresa al mundo entero. Aquí estamos hablando de planeación y prioridades del Gobierno para enfrentar el próximo año y para atender las necesidades centrales de la gente.
En esa línea, preocupan también otros sectores que son claves para la transformación estructural del país, para darle impulso a nuestras ventajas comparativas y para modificar nuestro modelo tradicional de desarrollo –ampliamente influenciado por grupos de interés rentistas– hacia una sociedad moderna del conocimiento y la sostenibilidad ecológica, que favorezca un acceso democrático al bienestar. Miremos estos sectores que se ubican en los de menor participación en el PGN: Tecnologías de la Información (0,74 %), Agricultura (0,56 %), Ambiente (0,23 %), Paz (0,18 %), Deporte (0,14 %), Cultura (0,11 %) y Ciencia (0,09 %).
Ciencia, por ejemplo, una de las cenicientas de siempre, tendrá que enfrentar en 2021 una reducción de su presupuesto de 28 %. La reducción de ese presupuesto sectorial solo es superada por la de Deporte (36 %). Ciencia quedaría con 0,28 billones de pesos, que no llegan a ser ni siquiera el 1 % del PGN en Defensa y Policía.
Todos hablan del segundo tiempo del gobierno Duque. Señoras y señores espectadores, los cambios se quedarán en la banca y así “de aquello nada”. Difícil remontar el partido. Hay que seguir pensando seriamente en el técnico que nos pueda dar esperanza sin populismo.
Coletilla. El aumento del presupuesto de Hacienda (28 %) supera cualquier aumento en los sectores relacionados con el gasto social (Prosperidad Social, Salud y Educación), en donde el mayor aumento no llega a 18 %. ¿Desinstitucionalización en la ejecución presupuestal con fortalecimiento de la chequera del Ministerio de Hacienda para las negociaciones políticas preelectorales que garantizarían la vigencia de la camarilla?
Ph.D. en Economía, University of Massachusetts-Amherst. Profesor asociado de Economía y director de Investigación de la Pontificia Universidad Javeriana (http://www.javeriana.edu.co/blogs/gonzalohernandez/).
El Gobierno lanzó su proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) para el 2021. Fuera del aumento en 42 billones de pesos frente al 2020 (16%) –algo esperable en medio de las circunstancias actuales–, las participaciones sectoriales reflejan poco interés o poca capacidad política para cambiar el curso frente a las condiciones extraordinarias de la pandemia.
El presupuesto para la Salud, central en estos tiempos recios, y que no solo tiene que ver directamente con la COVID-19, sino con los efectos de la inatención de otras enfermedades durante la pandemia y el fortalecimiento de la infraestructura hospitalaria pública, crece 12 % (cuatro puntos por debajo del crecimiento agregado del PGN). Sorprende además que su componente de inversión crece 4,6 % mientras el aumento de sus gastos de funcionamiento es 12,4 %. Prácticamente todo el presupuesto de Salud (36 billones de pesos) se va en gastos de funcionamiento (35 billones). Sin inversión, poco o nada por esperar en materia de una transformación estructural del sector.
Defensa y Policía, mientras tanto, crece 11 %, y continúa con una participación en el Presupuesto General de la Nación mayor que la participación de Salud (12,18 % vs. 11,40 %). Dudo mucho que esas sean las tajadas presupuestales óptimas para atender los intereses esenciales de los colombianos hoy en día.
El Gobierno no tiene la excusa de decir que el PGN de 2021 evidencia una reacción coyuntural a choques repentinos que han tomado por sorpresa al mundo entero. Aquí estamos hablando de planeación y prioridades del Gobierno para enfrentar el próximo año y para atender las necesidades centrales de la gente.
En esa línea, preocupan también otros sectores que son claves para la transformación estructural del país, para darle impulso a nuestras ventajas comparativas y para modificar nuestro modelo tradicional de desarrollo –ampliamente influenciado por grupos de interés rentistas– hacia una sociedad moderna del conocimiento y la sostenibilidad ecológica, que favorezca un acceso democrático al bienestar. Miremos estos sectores que se ubican en los de menor participación en el PGN: Tecnologías de la Información (0,74 %), Agricultura (0,56 %), Ambiente (0,23 %), Paz (0,18 %), Deporte (0,14 %), Cultura (0,11 %) y Ciencia (0,09 %).
Ciencia, por ejemplo, una de las cenicientas de siempre, tendrá que enfrentar en 2021 una reducción de su presupuesto de 28 %. La reducción de ese presupuesto sectorial solo es superada por la de Deporte (36 %). Ciencia quedaría con 0,28 billones de pesos, que no llegan a ser ni siquiera el 1 % del PGN en Defensa y Policía.
Todos hablan del segundo tiempo del gobierno Duque. Señoras y señores espectadores, los cambios se quedarán en la banca y así “de aquello nada”. Difícil remontar el partido. Hay que seguir pensando seriamente en el técnico que nos pueda dar esperanza sin populismo.
Coletilla. El aumento del presupuesto de Hacienda (28 %) supera cualquier aumento en los sectores relacionados con el gasto social (Prosperidad Social, Salud y Educación), en donde el mayor aumento no llega a 18 %. ¿Desinstitucionalización en la ejecución presupuestal con fortalecimiento de la chequera del Ministerio de Hacienda para las negociaciones políticas preelectorales que garantizarían la vigencia de la camarilla?
Ph.D. en Economía, University of Massachusetts-Amherst. Profesor asociado de Economía y director de Investigación de la Pontificia Universidad Javeriana (http://www.javeriana.edu.co/blogs/gonzalohernandez/).