Empecé a bajar a Anapoima hace 50 años.
El amor por esa tierra ha sido muy intenso. Su calor suave, dulce y aromoso. Los árboles enormes, los guayacanes y los caracolíes cargados de gorjeos y de flores que caen al piso dando vueltas en el aire. Las palmeras, las buganvilias, los chicalás de flores amarillas, la luz que rebrilla en el agua y por las tardes deja caer un polvo fino, como polen, sobre las montañas, sobre la sombra de las vegas. Tierra amorosa del corazón, hace ya mil años los hijos empezaron allí a correr sobre el pasto suculento y a empaparse de gotas las pestañas.
Me demoraba un poco menos de dos horas en llegar desde...

Por Gonzalo Mallarino Flórez
Escritor. Autor de varios libros de poesia y de ocho novelas, de las que hacen parte sus célebres Trilogía Bogotá y Trilogía de las Mujeres. Es frecuente colaborador de importantes periódicos y revistas
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