Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

El supersalud

Gonzalo Mallarino Flórez

23 de octubre de 2021 - 12:00 a. m.

Vi en estos días a Fabio Aristizábal en una entrevista en la televisión. Me pareció una persona correcta y valerosa.

PUBLICIDAD

Como superintendente se ha empeñado en combatir la terrible corrupción que se ha tomado el sector de la salud colombiano. Los hampones que se roban los recursos de la salud lo han amenazado. Incluso de muerte. El hombre sigue adelante, no desfallece. Su familia le dice, le pregunta, hasta cuándo va a seguir. Es que recibir una amenaza como esa en Colombia no es asunto liviano. El tipo es de una determinación y de un coraje proverbiales.

Mercachifles, abogados y jueces que se han corrompido durante años y años, han dejado famélicas a muchas EPS o IPS después de robarse billones de pesos de sus presupuestos. A sus afiliados los han dejado sin un sistema de protección y auxilio. Muchas veces se trata de regiones apartadas del país, y de colombianos y colombianas que no tienen cómo más curarse de una enfermedad, o asegurarse de que los niños estén creciendo saludablemente. O se trata de proteger a los ancianos y a las madres gestantes de sus comunidades. No tienen otra posibilidad que su EPS y las clínicas de su vereda, de su población, de su cabecera municipal.

Es decir, esto es muy delicado. Con cada peso que se roban con falsos tratamientos, falsos contratos y falsas prescripciones se lesiona gravemente a la gente. Se daña su nivel de subsistencia. Se expone a las comunidades a la enfermedad y a la muerte. Es gravísimo.

Para que ustedes tengan una idea de cuáles son las cuantías de las que estamos hablando, decía Fabio Aristizábal en la entrevista que una EPS pequeña, de alrededor de 200.000 afiliados, recibe ingresos mensuales de más de 60.000 millones de pesos mensuales. Entonces, claro, la estrategia de estos gánsters es no dar citas, no hacer tratamientos, no entregar los remedios, no programar las cirugías que necesita la gente. O posponerlos injustificadamente.

¡Y han tenido mucho éxito!

Read more!

El superintendente lleva ya 6 EPS cerradas, porque eran manejadas por ladrones o por ineptos y era necesario proteger a sus afiliados. Por eso lo han amenazado. Es posible que, mientras esto escribo, algún juez corrupto haya ordenado su encarcelamiento. Es perfectamente posible.

Y el hombre sigue y sigue en su labor. No desfallece. Yo creo, verdaderamente, que se está jugando la vida. Es una persona que conoce el sector de la salud como pocos, y que se ha impuesto esa especie de mandato místico de servir a los demás y de proteger a los que están más quebrantados. El sistema de salud colombiano, dice, es bueno, muy bueno. Lo que está mal es que en muchas ocasiones quienes lo operan son unos ladrones. Unas hienas, digo yo.

Ojalá prevalezca el doctor Aristizábal. Ojalá esté a salvo siempre. Ojalá no lo alcance ningún mal.

Sé que ha tratado de triunfar en la política, sé que ha postulado un par de veces su nombre para el Congreso. Ojalá no se vaya por ahí. Eso lo mancharía, lo contaminaría.

No ad for you

Tal vez lo único más corrompido que el sector de la salud -y que dicho sea de paso, ha sido, en palabras del superintendente, un gran actor en la degradación de nuestra salud pública-, es la política.

Doctor Aristizábal, aléjese de la política.

Por Gonzalo Mallarino Flórez

Escritor. Autor de varios libros de poesia y de ocho novelas, de las que hacen parte sus célebres Trilogía Bogotá y Trilogía de las Mujeres. Es frecuente colaborador de importantes periódicos y revistas
Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.