El presidente Petro hace bien convocando a la gente a las calles. Es perfectamente válido, e incluso, oportuno. Les recuerda a sus enfurecidos antagonistas y enemigos la fuerza popular de su mandato presidencial. Eso vale mucho, eso hizo posible que su movimiento político consiguiera un triunfo electoral inédito en la historia nacional.
En esta materia, todo lo que venga de esos millones de personas que llevan siglos despreciadas por el Estado colombiano y los grupos tradicionales de poder tiene gran valor, es casi “sagrado”.
Pero hay que hacer esos llamados con tino. No chambonamente, no cometiendo descuidos, como acaba de suceder...

Por Gonzalo Mallarino Flórez
Escritor. Autor de varios libros de poesia y de ocho novelas, de las que hacen parte sus célebres Trilogía Bogotá y Trilogía de las Mujeres. Es frecuente colaborador de importantes periódicos y revistas
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