La “paz fatal”

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Gonzalo Mallarino Flórez
12 de julio de 2023 - 02:00 a. m.
"Y uno se pregunta, ¿es que el presidente sabe algo que nosotros no sabemos y por eso persiste en la paz total?" - Gonzalo Mallarino.
"Y uno se pregunta, ¿es que el presidente sabe algo que nosotros no sabemos y por eso persiste en la paz total?" - Gonzalo Mallarino.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
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El gobierno del presidente Gustavo Petro ha exacerbado la violencia en prácticamente todas las regiones del país. Hoy en día los grupos criminales se enseñorean en veredas y municipios y los asesinatos, extorsiones y desplazamientos son ya incontenibles. Los anuncios sobre una supuesta “paz total” han resultado ser un bumerán fatídico. La “paz total” ha sido para Colombia, de momento, una verdadera “paz fatal”.

Y uno se pregunta, ¿es que el presidente sabe algo que nosotros no sabemos y por eso persiste?

Da la impresión de que los grupos criminales simulan estar interesados en desmovilizarse solo para fortalecerse, para copar más territorios y para arreciar sus ataques contra sus enemigos delictuosos y contra la población civil. No habría qué ofrecerles por parte del Gobierno, no hay nada mejor que el narcotráfico, el secuestro, la extorsión, la minería ilegal y la deforestación a dos manos. Nada da tanta plata como esas actividades.

Todos lo hemos sabido, desde siempre. Pero nos ilusionamos por momentos. Mejor dicho, siendo precisos, yo, en lo personal, me he ilusionado. Por pendejo. Por inocente. Yo sé, siempre lo he sabido sin ser una lumbrera del análisis de la realidad nacional, que la única paz posible para Colombia pasa por la despenalización de la producción, comercialización y consumo de todas las drogas.

Cuando esas rentas bajen y sean como las de cualquier negocio legítimo, desaparecerán los carteles de la droga. Y se desterrará su violencia. Y el Estado podrá llegar con abundante inversión social a los territorios. Y habrá paz y convivencia.

Aquí, en este espacio, más de una vez he tratado, tercamente, de hacer alguna diferencia -ya improbable, ya casi inconcebible-, entre los grupos criminales que actúan en nuestro país. Buscando identificar los que tuvieron origen en las antiguas guerrillas de ideologías “de izquierda”. La razón son las FARC, que, aún siendo narcotraficantes, se desmovilizaron.

Pero creo que esos días ya pasaron.

A las antiguas “guerrillas” que aún subsisten -ELN, “disidencias”, “segunda marquetalia”-, no se les ve ningún interés en transformarse en un partido político. No se les ve la posibilidad real de seguir el camino de las FARC. Para nada. De verdad, parecen estar simplemente simulando.

Miren, por ejemplo, el cese al fuego planteado por el ELN: se comprometen, supuestamente, a no atacar a las fuerzas del Estado, pero no está claro cuáles son las circunstancias en que queda la población civil. Claro, se celebra infinitamente que no asesinen más policías y soldados, pero, ¿y la desesperanzada población civil qué? ¡Están en medio de la balacera entre el ELN y sus enemigos, es decir, están entre criminales y asesinos profesionales! ¿La prioridad no era la gente, las mujeres y los niños, los campesinos, en las regiones?

¿O se trata de otra simulación?

¿El ELN solo busca tener las manos un poco más libres, con un frente de guerra menos -el Estado-, para saltarles largo a sus enemigos y “pulverizarlos”?

Gonzalo Mallarino Flórez

Por Gonzalo Mallarino Flórez

Escritor. Autor de varios libros de poesia y de ocho novelas, de las que hacen parte sus célebres Trilogía Bogotá y Trilogía de las Mujeres. Es frecuente colaborador de importantes periódicos y revistas
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