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A mi entender, lo que el fiscal Barbosa viene afirmando en los últimos meses es que las políticas de Estado del actual presidente de la República ¡promueven el narcotráfico y la criminalidad!
Nada menos. Y le ha señalado al primer mandatario su pasado guerrillero, su “rabo de paja”, lo llamó, como una especie de llaga moral que lo haría ilegítimo o inapto para ser el primer mandatario del país. A diferencia de él, que es impoluto.
Todo esto, siendo fiscal. Es decir, valiéndose de la Fiscalía para hacer política y proselitismo.
Esa fue la figura preponderante, central, el principal orador invitado al evento de Fenalco desarrollado en Cali la semana pasada. Su presidente, Jaime Alberto Cabal, y su Junta Directiva, además, condecoraron a Barbosa, le hicieron una distinción solemne, lo galardonaron. Todo era sonrisas y abrazos, y los asistentes, por lo menos los que se veían en las primeras filas por la televisión, aplaudiendo con frenesí.
Celebraban a un funcionario público que, en funciones, llama, directa o indirectamente, criminal al presidente de la República.
¿Eso es lo que debe hacer un gremio? ¿Es inteligente haber hecho eso, de parte del presidente de Fenalco y su Junta Directiva? ¿Eso que pasó representa la postura de todos los comerciantes del país? ¿De toda la sociedad caleña?
¿Con qué cara va a ir el señor Cabal a la Casa de Nariño, la próxima vez que lo convoquen? ¿Con qué cara va el señor Cabal a defender los intereses de los comerciantes colombianos ante los funcionarios del Gobierno? ¿Con qué cara va el señor Cabal a discutir las reformas que está proponiendo el Gobierno, si ya tomó partido por quien ha dicho que el presidente de la República promueve la criminalidad?
Pues lo que a mí me parece es que el señor Cabal y la Junta Directiva de Fenalco han actuado con inmensa torpeza. Yo estuviera en la asamblea del gremio, votaba para que los despidieran a todos ya. Por torpes. Han puesto a los comerciantes del país en una situación de confrontación feroz con el Gobierno nacional. De aquí en adelante, salvo que cierren esta herida de alguna manera, lo que parece imposible, los comerciantes, en los tres años que vienen, estarán en una situación de confusión, de debilidad estratégica y de incertidumbre. Por culpa del señor Cabal y la Junta Directiva de su gremio.
¡Yo los despediría a todos ya! ¡Por torpes! ¡Por necios!
Conformaría un nuevo cuerpo directivo y empezaría un nuevo capítulo con el Gobierno. En defensa de los comerciantes, que confían en mí, que esperan que yo los represente y los defienda. No que yo, guiado por mi fanatismo y mi instinto reaccionario, enfrente a todos mis agremiados con el presidente de la República.
Yo no digo que Fenalco se convierta en el comité de aplausos del presidente Petro. Claro que no. Pero forzar a todo el gremio a adherirse desde ya a la candidatura presidencial de Barbosa, que es la lectura que puede tener esto, es una descachada monumental.
