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De la mano de la apertura económica promovida por el presidente Gaviria, a inicios de la década de los noventa, el país le fue dando sepultura al sistema proteccionista que controló el mercado de la aviación.
Empezaba a quedar atrás el rígido manejo tarifario y el camino que restringía el acceso a la competencia. Se abordaba, en cambio, el de la flexibilización y la integración para dar paso a la liberación del espacio aéreo.
A partir de 2009, en el gobierno Uribe, se consolidó la política de desregularización y entre algunos países socios en materia comercial se promocionó el imperante modelo de “cielos abiertos”. Las compuertas para un mercado libre se abrieron y hoy en día Colombia suma, además de un compromiso subregional, más de una treintena de acuerdos bilaterales, algunos de ellos vigentes aunque inactivos, que han contribuido de manera importante al crecimiento del tráfico aéreo de pasajeros, fe la mano de otros factores como el desarrollo económico global y la atracción inversionista,.
La Comunidad Andina, Estados Unidos, Emiratos Árabes, Israel, Singapur, Alemania, Brasil, España, Reino Unido, Holanda, México, Qatar y Turquía, entre otras naciones, forman parte del portafolio de alianzas y de la lista de expectativas por el crecimiento de sus demandas. Resumen todos ellos el esfuerzo que se adelanta en conectividad aérea y que puede reflejarse en los resultados de la movilización que al cierre de 2013 arrojó 28.5 millones de pasajeros, cifra que supera en 16% la registrada en 2012.
El próximo ingreso a Bogotá de la estatal portuguesa TAP, aerolínea que moviliza más de diez millones de pasajeros al año, servirá de puente a 75 nuevos destinos en el mundo, repartidos entre África, ciudades estratégicas de Europa como Belgrado, Hannover, Nantes y San Petersburgo, y varias más de Brasil, entre ellas Manaos y Belém. El despegue de la compañía le aportará cuatro mil pasajeros mensuales al intercambio aéreo, en cuatro frecuencias semanales y escala en Panamá, como lo proyecta su representante en Colombia, Carlos Valbuena, quien lidera, mediante un acuerdo de código compartido con otra reconocida empresa, la vinculación futura de Emirates, la más grande aerolínea del Oriente Medio, desde Argentina y Brasil.
Avianca retomará sus viejos mercados de Fráncfort y Londres; conectará a Panamá con San Andrés, y ampliará a 25 sus frecuencias por semana con las españolas Madrid y Barcelona, mientras Copa celebra su reciente alianza en código compartido con United Airlines, que extendió las opciones con Estados Unidos. Paso a paso se amplía un complejo entramado de rutas y frecuencias que beneficia el desarrollo del turismo y de la aviación comercial, y que refleja tanto el buen momento del mercado nacional, como el compromiso y la exigencia de las aerolíneas que operan en el país, obligadas entre todas a competir de “tú a tú”.
gsilvarivas@gmail.com
