Frente a los fuertes vientos en contra que soplan por el mundo, consecuencia de la incertidumbre económica y política de los últimos tiempos, el sector turístico se fortalece y le inyecta dosis de optimismo a las esperanzas de recuperación global y de impulso al crecimiento. El reciente barómetro de la OMT sobre el comportamiento de la industria es alentador.
Entre enero y abril pasados el turismo internacional creció un 5% para alcanzar la cifra de 285 millones de viajeros internacionales, 15 millones más con respecto a la lograda durante el mismo período de 2011. Y entre mayo y este mes, cuando se sirve el plato fuerte de la movilización turística con el arranque de la temporada veraniega en el hemisferio norte y la consiguiente época vacacional, se estima un desplazamiento de 415 millones de turistas, incluyendo los millares que iniciaron la maratón por Londres durante los juegos olímpicos.
España marcó en el semestre un positivo movimiento de 25.1 millones de paseantes y se calcula que para fin de año los visitantes del exterior llegarán a 58 millones, 3% más que en 2011. En este país, 2.5 millones de personas viven del turismo, redentora industria que aporta el 10% de los recursos que mueven su actividad económica y que palian su seria crisis.
El turismo es el puntal que en lo corrido del año ha contribuido, en cierta forma, a parapetar de las vicisitudes globales a las economías de otros destinos tradicionales como Túnez, Japón y Egipto, con crecimientos en el mercado del orden del 48%, 40% y 29%, respectivamente. Logros reveladores que superan con amplitud las medias americana y europea, cuyos promedios andan por niveles del 6% y el 4%.
En Colombia, el ministro del ramo celebra el buen desempeño de nuestro turismo e insiste en su promesa de etiquetar cuatro millones de visitantes internacionales para 2014. Las cifras reportadas sobre el primer trimestre del año tomadas de los puntos de control migratorio, aunque modestas, refieren un aumento del 5.3% -cercano al promedio mundial- en relación con el período equivalente de 2011.
Las expectativas de la industria en el mundo están superando las previsiones lanzadas por los expertos al inicio del año. La apuesta política a un turismo moderno y de calidad, tal como la asumen varios países, parece resultar un eficiente antídoto contra las amenazas de crisis por su vigorosa capacidad para generar empleo y divisas. Espejo para el biodiverso escenario colombiano que sufre de desaceleración.
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