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Pese a las convulsiones que enfrenta el país, consecuencia del accionar de grupos armados que poco interés muestran por apostarle a un acuerdo de paz y de la polarización política que forja un clima de incertidumbre sobre la gobernabilidad de la actual administración -factores determinantes que pueden mermar la confianza de quienes pretenden elegir a Colombia como lugar de visita-, el sector turístico nacional terminará este 2024 jalonando una buena racha y marcando un crecimiento histórico en el ingreso de viajeros provenientes del exterior.
El sector cierra el año fortaleciendo su proceso de recuperación pospandémica y aumentando su participación en el engranaje de la economía nacional. Sus buenas señales encajan en la tendencia del mercado turístico global que, aunque resentido por una fuerte inflación y la turbulenta situación geopolítica, presenta un incremento exponencial y continuado de consumidores, elevando la vara en un 16 %, con respecto a 2023.
De acuerdo con las más recientes estadísticas del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, hasta octubre pasado, se contabilizaron 5,3 millones de visitantes no residentes, de los cuales 3,7 millones fueron foráneos. El total de visitantes no residentes -incluyendo colombianos- sumó 9,4 % más que el obtenido en el mismo periodo del año anterior, en tanto que el flujo de extranjeros –sin incluir venezolanos– logró un alza de 10,9 %.
Esta línea evolutiva también se observa en el promedio de gastos por viaje y en la entrada de divisas turísticas. Estas últimas alcanzaron la meta de los US$ 4.770 millones durante el primer semestre, cifra que coincide con las estimaciones del Banco de la República de que al término de esta vigencia superarán las obtenidas en los años anteriores. Valga señalar que, entre las naciones de América Latina, Colombia es, hoy en día, el tercer país que más dinero recibe por este concepto, después de México y República Dominicana, y en la escala mundial es el número 43.
Al buen momento por el que atraviesa el turismo receptivo se le suma el interno, cuyas previsiones son optimistas, pero prudentes, con expectativas centradas en la actual temporada vacacional. La conectividad aérea doméstica funge como una excelente aliada, al recobrar impulso con la apertura de nuevas rutas y frecuencias, que han beneficiado tanto a destinos tradicionales como a regiones con potencial turístico, dispuestas a ser descubiertas, participando de la actividad.
Si hubiera que referir un punto débil, este está por los lados de la hotelería, teniendo en cuenta que en lo corrido del año el índice de ocupación registra dos puntos porcentuales menos, comparado con el anterior. Para los empresarios la situación obedece a la desaceleración de la economía, que afecta la capacidad de consumo de los viajeros nacionales, y en buena parte al crecimiento de la informalidad y a la cada vez más reñida competencia de las viviendas turísticas, un negocio que se catapulta amparado por las plataformas digitales y que duplica su participación en el mercado.
En términos generales, el sector turístico afianza su protagonismo en la economía del país, saltando de la undécima a la novena posición en el listado de sectores que más le aportan al valor agregado nacional. Actualmente, representa el 4,7 % de la economía, con una contribución de US$17.800 millones, dinámica que, de conservarse, le permitiría alcanzar el 5,3 % del PIB nacional, para 2034, con aporte cercano a US$26.000 millones, según proyecciones del World Travel & Tourism Council.
Su liderazgo como motor de desarrollo se refleja, además, en la capacidad de generar empleo, tal y como lo plantea una investigación de Impacto Económico y Oxford Economics, que calcula que, al finalizar el año, podría alcanzar una cobertura de 1.45 millones de puestos de trabajo, equivalente al 6,2 % del total nacional, cifras que crecerían a 1.72 millones y 7,1 % durante la próxima década.
Los números confirman que nuestro turismo viene impulsado por vientos de cola y que el país afianza su reconocimiento en el mercado internacional, al perfilarse como un destino turístico atractivo, dada su rica y variada oferta cultural, gastronómica y de producto sostenible. La narrativa “Colombia, el País de la Belleza”, lanzada por el Gobierno, y la participación de ProColombia en las principales ferias internacionales de turismo de lujo, son recursos promocionales de impacto en la percepción del destino, que han marcado huella entre los potenciales viajeros.
El 2024 termina para Colombia con un escenario enrarecido por serias dificultades de orden público y encendida polarización política, pero con un sector turístico en plena subienda, que toma altura para alcanzar un espacio en el portafolio global de un mercado extremadamente competitivo que valoriza imagen y promueve desarrollo. Sin embargo, mientras el turismo nada río arriba, los otros problemas, lamentablemente, tienen al país nadando río abajo.
En el sector 1: El turismo fue una de las víctimas que dejó la derrota de la ley de financiamiento en el Congreso de la República liderada por partidos y movimientos de oposición. Un artículo que eximía del IVA a proyectos y alojamientos turísticos de los pequeños municipios -como Coveñas y Tolú- quedó sepultado bajo el concierto de aplausos de un emocionado grupo de legisladores.
En el sector 2: Con dos frecuencias semanales, Satena conectará a Bogotá con Honda, ofreciendo una excelente alternativa de movilidad entre ambas ciudades, separadas veinte minutos por vía aérea. Esta ruta programada por la aerolínea estatal le evitará a los usuarios el largo desplazamiento vial, inmerso en permanente trancones, con más de seis horas de traumático recorrido.
En el sector 3: El hotel York Luxury Suites, perteneciente a la Colección de Hoteles de lujo Bluedoors, ubicado en El Poblado de Medellín e inaugurado en octubre de 2020, en plena pandemia, ha sido galardonado, por segunda vez, con el premio Condé Nast Johansens Award for Excellence, y enaltecido por Turiscool.com, plataforma española de formación turística.
Coletilla: A todos los amables lectores, les hago llegar mis agradecimientos y los más sinceros deseos porque disfruten de una hermosa Navidad y de un inolvidable 2025.
