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Notas al vuelo

Reescribir el guion

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Gonzalo Silva Rivas
16 de febrero de 2022 - 05:00 a. m.
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Antes de sobrevenir la pandemia, el sector del turismo venía figurando en la tercera posición de la categoría principal de las exportaciones a nivel global, dado el papel estratégico que desempeña como soporte de empleo y de desarrollo económico. Hoy en día su tejido productivo se encuentra seriamente afectado, luego de enfrentar, a lo largo de estos dos últimos años, las turbulencias de la tenaz crisis sanitaria, y de ahí el significado que para el mundo tiene su pronta y plena recuperación.

La coyuntura por la que atraviesa aún sigue marcada por la incertidumbre, pero, en medio de tanta volatilidad, sus perspectivas a corto y mediano plazo se orientan hacia un panorama esperanzador. La eliminación de las restricciones a la movilidad, adoptada en la mayor parte de los países, inyecta dosis de confianza sobre la posibilidad de acelerar su reactivación. Una reacción que, en la medida en que se logre, ayudará a alivianar la profunda recesión provocada por la fuerte contracción de la economía mundial en 2020 –la peor desde 1946- y de la que aún no se repone el planeta, tras el liviano repunte del año pasado.

En reciente investigación del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) se plantea que la contribución del sector, tanto a la economía como al número de empleos a escala mundial, podría ir camino este mismo año hacia la estabilización, alcanzando niveles casi previos a la pandemia, dentro del marco de una economía global que se sostenga en una línea de crecimiento constante. Por ahora, las previsiones de esta apuntan hacia una evolución del 4% para 2022 y del 3,5% para 2023.

En materia de empleo, cabe destacar que si el despliegue de las vacunas y la flexibilización de los viajes internacionales continúan a buen ritmo -como viene sucediendo- sería posible redimir a lo largo de este año algo más de 58 millones de puestos de trabajo, con los que el sector aumentaría la cobertura a cerca de 330 millones plazas, cifra ligeramente inferior a la oferta con la que se contaba en 2019. Este repunte laboral lo colocaría tan solo a un 1% por debajo de los niveles anteriores a la pandemia y con un 21,5% por encima de 2020.

Algo semejante ocurre con su aporte al PIB mundial. En 2019 representaba el 10,4% de este valor de mercado, con una contribución de US$9.170 billones. A raíz de la pandemia, en 2020, cayó al 4,7%, subió a 5% el año pasado, y para el actual período anual podría acercarse al registro pre-pandémico de continuarse eliminado las restricciones internacionales. La industria de los viajes y el turismo estaría en capacidad de generar US$8,6 billones, flujo de recursos estratégico para sumarse a la recuperación económica global.

Por ahora, se mantienen el empuje y la ilusión. Como viene ocurriendo en el lapso de la pandemia, se viene priorizando el turismo nacional, el detonante para la gradual recuperación del sector y factor clave en diversos países, que debieron trazar políticas para diversificar el sector, obedeciendo al cambio en la decisión de viaje de los turistas, provocado por la crisis sanitaria. La marcada preferencia hacia el mercado doméstico, preferencialmente en actividades de ruralidad y naturaleza, comprometió, incluso, a ciertos destinos internacionales a redirigir estrategias para suplir la escasez de viajeros.

Gracias a ese papel relevante jugado por el turismo doméstico, se dieron las primeras señales de reactivación durante la primavera pasada, pero lo que se preveía como el inicio del fin trastabilló ante la presencia expansiva de ómicron, que ralentizó la reactivación y condujo a una nueva oleada de restricciones que se empiezan a eliminar y, en caso de no aparecer nuevas variantes, permiten proyectar un ejercicio positivo.

En cuanto hace al turismo internacional, dentro de un escenario favorable, la Organización Mundial del Turismo (OMT) confía en que en el transcurso del año se recupere la llegada de viajeros entre un 30% y un 78%, con respecto a 2021. El mayor impulso y el principal avance se daría en Europa y América, las regiones que hasta ahora muestran los mejores resultados en esta senda, por encima de Asia y el Pacífico, donde, todavía, numerosos destinos permanecen cerrados.

Para que la reactivación de la industria turística se consolide formalmente, el sector deberá seguir trabajando en la mejora de su competitividad y tendrá que ponerle el pecho en la búsqueda de soluciones a otra serie de amenazas, como las derivadas de los altos precios del petróleo, el aumento de la inflación, los elevados volúmenes de deuda contraídos y los incrementos en las tasas de interés impuestos por las bancas centrales de algunos países.

Después de haber tocado fondo, la maquinaria de la industria deberá continuar acelerando motores para recuperar la normalidad, a fin de abrirle espacio a un mercado latente que mantiene reprimidas sus ganas de viajar. Con apoyo decidido de los gobiernos -obligados a poner al sector en el centro de sus políticas económicas y a continuar reforzando el control de la pandemia- está comprometida a reescribir el guion, mientras emprende vuelo hacia su total recuperación para 2023.

En campo ajeno. En Perú, la Procuraduría involucró penalmente a políticos, funcionarios públicos y empresarios con el escándalo de Odebrecht y ordenó la detención de cuatro expresidentes. Ahora, su Fiscalía allana las oficinas del Palacio de Gobierno por presunta corrupción en contratos de la petrolera estatal Petroperú y abre pesquisa preliminar contra el presidente Castillo. Entre tanto, en Colombia los grandes casos de corrupción siguen silenciados porque los organismos de control carecen de voluntad política para combatir este flagelo, que afecta a la democracia y acentúa las desigualdades. Seguimos siendo un país capturado por la corrupción.

gsilvarivas@gmail.com

Twitter: @gsilvar5

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PEDRO(90741)16 de febrero de 2022 - 04:12 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 172 días para que termine este gobierno patrocinador de hampones y criminales. Colombia necesita unos dirigentes que a lo largo de su vida pública y personal no presenten acusaciones por plagio, robo, crímenes, falsos títulos, etc.
Armando(15611)16 de febrero de 2022 - 02:24 p. m.
El turismo de naturaleza es la modalidad del futuro en el mundo pero acá en Colombia donde tenemos un enorme potencial en los antiguos territorios nacionales no se puede aprovechar porque se los tomaron las bandas criminales. Estamos volviendo a la crisis de orden público que vivimos en los años 80 y 90 y este gobierno ni fú ni fá.
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