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Notas al vuelo

Rostro humano para el turismo

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Gonzalo Silva Rivas
15 de junio de 2022 - 05:01 a. m.
"Durante su administración en la alcaldía de Bogotá, el, ahora, candidato presidencial cosechó éxitos en el manejo del sector turístico, apoyado por un eficiente y carismático director en el Instituto de Turismo, Luis Fernando Rosas. Tras una larga sequía, logró, en 2013, que la capital saltara la vara del millón de turistas extranjeros y se colocara a la cabeza del turismo en el país y en la mira de los mercados internacionales. El turismo creció en competitividad y generación de divisas, y se fortaleció con programas, como apropiación de ciudad, prácticas de calidad e innovación en establecimientos turísticos y capacitación en segunda lengua a conductores de servicio público" - Gonzalo Silva Rivas.
"Durante su administración en la alcaldía de Bogotá, el, ahora, candidato presidencial cosechó éxitos en el manejo del sector turístico, apoyado por un eficiente y carismático director en el Instituto de Turismo, Luis Fernando Rosas. Tras una larga sequía, logró, en 2013, que la capital saltara la vara del millón de turistas extranjeros y se colocara a la cabeza del turismo en el país y en la mira de los mercados internacionales. El turismo creció en competitividad y generación de divisas, y se fortaleció con programas, como apropiación de ciudad, prácticas de calidad e innovación en establecimientos turísticos y capacitación en segunda lengua a conductores de servicio público" - Gonzalo Silva Rivas.
Foto: EFE - Mario Caicedo
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Las propuestas relacionadas con el turismo en el programa de gobierno del candidato Gustavo Petro son teóricas como las del ingeniero Hernández, pero resultan menos marginales y se encauzan hacia una estrategia que denomina Pacto por un turismo en armonía con la vida. En el papel, la diferencia entre uno y otro es significativa. Mientras que para el exalcalde de Bucaramanga el turismo sería un instrumento más dentro de su política económica, para el de Bogotá formaría parte estructural de su plan de acción, encaminado hacia una economía productiva y no extractivista.

En su plan estratégico, Petro propone transitar de una economía raquítica, dependiente de bienes no renovables, hacia una sustentada en bienes durables e ilimitados, que contribuya a transformar el campo y las regiones. Y en esa economía de transición del modelo económico actual, basado en la explotación del petróleo y el carbón, el turismo, según lo ha dicho, sería una ficha importante en el tablero de sus políticas públicas.

De acuerdo con sus declaraciones, la primera decisión que tomaría, de llegar a la Presidencia, sería cesar definitivamente la contratación en exploración petrolera, sin afectar la vigente, y los recursos que dejen de percibirse por dicho concepto, se compensarían, en el corto plazo, por las divisas turísticas y, en el largo, por las que generen la industria y la agricultura. La finalidad que busca este proceso de sustitución es responder a las urgencias del país y del planeta de sumar esfuerzos en la lucha frontal contra el cambio climático, que supera de manera dramática los umbrales de calor, sequía, inundaciones y otros fenómenos naturales.

Sin embargo, la propuesta de reemplazar en un par de quinquenios los ingresos provenientes del petróleo por divisas del turismo es ambiciosa, temeraria y discutible, por ser el petróleo, hoy día, la principal fuente de ingresos corrientes para la nación y cerrarle las compuertas comprometería la sostenibilidad fiscal del país. Valga recordar que Dinamarca, el mayor productor petrolero de la Unión Europea, cuando marcó un hito histórico, en 2020, por ser el primer país en ponerle fecha final a la extracción de combustibles fósiles, la fijó para 2050.

Ahora bien, la posibilidad de pasar de los cuatro millones y medio de turistas extranjeros, en 2021, nuestra mayor cifra histórica, a quince millones, como es su proyección para dentro de doce años, es un desafío complejo para un país, alejado del portafolio internacional de destinos competitivos por numerosos factores. Desde serias limitaciones de oferta aérea comercial y de infraestructura aeronáutica y aeroportuaria, hasta el abandono estatal en que se encuentra la mitad del territorio nacional y el inri que se carga en el exterior por causa de la violencia.

Como se decía al inicio, al igual que el del ingeniero, su programa de gobierno es genérico y carece de referencias en aspectos puntuales sobre la problemática del sector. Pero lo que sí queda claro es que para el candidato de la Colombia Humana la asociación de su programa con la actividad turística es reiterativa y que, entre los protagonistas de su transición económica, como fuente de divisas de bajo impacto negativo en la balanza de pagos, tendría cabida el turismo de naturaleza, comunitario, cultural, de salud, científico y demás modalidades afines,

Su política se encaminaría a impulsar un turismo no depredador, comprometido con el ambiente y las culturas locales, basado en el respeto a la biodiversidad, y para ello promete el acompañamiento del Estado a los entes territoriales y a las formas asociativas comunitarias para que aprovechen potencialidades, generen ingresos y empleos en las poblaciones locales y construyan equidad social. Ofrece apoyo técnico y económico a los municipios para fortalecer dicha asociatividad comunitaria, orientándolos hacia modalidades sostenibles, facilitándoles acceso a la conectividad, priorizando modelos turísticos relacionados con gastronomías, expresiones artísticas, eventos festivos, prácticas culturales ancestrales y bienes patrimoniales, y extendiendo el campo de acción hacia la Amazonia, la altillanura, la Orinoquia y el macizo colombiano.

Durante su administración en la alcaldía de Bogotá, el, ahora, candidato presidencial cosechó éxitos en el manejo del sector turístico, apoyado por un eficiente y carismático director en el Instituto de Turismo, Luis Fernando Rosas. Tras una larga sequía, logró, en 2013, que la capital saltara la vara del millón de turistas extranjeros y se colocara a la cabeza del turismo en el país y en la mira de los mercados internacionales. El turismo creció en competitividad y generación de divisas, y se fortaleció con programas, como apropiación de ciudad, prácticas de calidad e innovación en establecimientos turísticos y capacitación en segunda lengua a conductores de servicio público.

Petro tiene metido el tema en la cabeza y representa un cambio en materia turística, al visibilizar la provincia, donde las comunidades exigen atención a las causas estructurales de su abandono. Para cumplir con el ambicioso objetivo de sustituir divisas petroleras por turísticas necesita comprometer paz y seguridad en todo el territorio, generar confianza en el empresariado del sector, jerarquizar el ente institucional y rodearse de colaboradores de alto perfil, porque más que propuestas revolucionarias, los colombianos requieren resultados de gestión y rostro humano para el turismo.

En campo ajeno. La profunda polarización política que despertó esta campaña presidencial la transformó en un campo de batalla, bajo el fuego cruzado de insultos, agravios, acusaciones, injurias, descréditos y filtraciones de información. En el piso quedó la propuesta argumentativa sobre los delicados problemas que vive el país. El ingeniero Rodolfo Hernández, quien por estrategia había decidido no participar en debates, y de quien poco se conocen sus proyectos, ahora justifica su negativa por presuntas amenazas contra su integridad, que denuncia en el exterior y de las que autoridades nacionales dicen no conocer.

gsilvarivas@gmail.com

@gsilvar5

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