Jamaica y Colombia están unidas por 800 kilómetros de frontera marítima y una amable vecindad, que desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1965 no se han traducido en una dinámica comercial y de cooperación que contribuya al beneficio de las dos naciones.
La época dorada se remonta hacia los años 70 cuando la aerolínea SAM servía de cordón umbilical entre el continente y la isla y con frecuencia renovaba los flujos de turismo bilateral. El año pasado el presidente Santos viajó a Kingston invitado por el primer ministro Bruce Golding y dio la primera puntada para sellar un nuevo trato que contribuya a intensificar la amistad.
En respuesta el ministro de Turismo de Jamaica. Edmund Bartlett, acaba de visitar Bogotá al término de una gira por Brasil y Chile para darle forma a una política de promoción de inversiones y de apuntalamiento turístico. “Creemos que es el momento de establecer relaciones mutuamente provechosas con América Latina y de abrir nuevas rutas que permitan acceder más fácilmente a la isla”, anunció.
Los dos gobiernos comenzaron aproximaciones en temas de deporte, cooperación en seguridad, cultura, educación, comercio y asuntos regionales, campo que podría dar paso a otros sectores como turismo, agricultura, comunicaciones e inversiones financieras. Jamaica es una isla preferencialmente importadora como lo revela su comercio exterior, 75% representado en importaciones y 25 % en exportación.
La exploración petrolera en las áreas marítimas conjuntas es una de las prioridades de la sociedad estratégica que propone el presidente Santos para volverla “más provechosa”.
La tierra de Bob Marley y del reggae es reconocida como paraíso turístico; destaca la gastronomía con pronunciada influencia africana, china e hindú; sus playas de arena blanca; sus hoteles de marca y sus alojamientos de bajo presupuesto; sus campos de golf y tenis, y sus aguas transparentes para la práctica de deportes como buceo, submarinismo, vela, esquí acuático, windsurf, kayak y catamarán.
Para la nueva etapa de relaciones bilaterales este Estado independiente dentro de la Comunidad Británica tiene una oferta hotelera con más de 10 mil nuevas habitaciones, cerca de 170 atracciones turística con licencia, servicios en español y un transformado y moderno aeropuerto en Kingston con tecnología de punta. Su estrategia turística busca tantear el promisorio mercado colombiano desde Bogotá con vuelos chárter operados por Satena, a partir de octubre próximo. La idea para 2011 es superar los 2 millones de turistas internacionales recibidos en 2009.
Mientras Colombia mira hacia el Caribe para jugar un rol bilateral más activo, Jamaica abre sus puertas para entrar en el juego.