Desde hace varios años, el presidente Gustavo Petro ha insistido en que es urgente detener el cambio climático para evitar que se extinga la vida humana. Para ello es indispensable el concurso de todos los Estados, en particular los de la región, porque en sus jurisdicciones existen bosques tropicales y abundantes fuentes de agua dulce. Por esa razón, en todos los escenarios internacionales en los que ha participado ha hecho propuestas para conservar esa riqueza ambiental. Los resultados ya empiezan a verse y a continuación resalto lo que ha ocurrido, especialmente, en el contexto suramericano y amazónico.
El 30 de mayo se dieron cita en Brasilia los presidentes de Suramérica convocados por el presidente Lula. Del encuentro surgió una declaración en la que se adoptaron dos propuestas del presidente de Colombia. La primera se refiere al canje de deuda externa por acción climática, iniciativa expuesta por el presidente Petro en la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, que logró el apoyo del presidente Macron, de Francia, para ser elevada conjuntamente a la ONU en la COP28; la segunda se refiere a la interconexión eléctrica regional a partir de energías limpias. Sobre esto último, nuestro presidente dejó claro en Brasilia que la región podría convertirse en una potencia energética a partir de fuentes renovables y limpias.
En el contexto amazónico, del 6 al 8 de julio tendrán lugar en Leticia dos encuentros. Uno de carácter técnico-científico, liderado por la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, en el que participarán sus pares de los países del Tratado de Cooperación Amazónica, científicos y un gran número de organizaciones de la sociedad civil. Otro de carácter político, liderado por el canciller, Álvaro Leyva, donde participarán funcionarios de las cancillerías de los ocho países de la región y en el que se iniciará la negociación de la declaración que adoptarán los presidentes de los países amazónicos el 9 de agosto en Belem do Pará. El primero entregará insumos técnicos y científicos a los gobiernos de la región para la conservación de la selva amazónica; el segundo iniciará la negociación de la hoja de ruta que tendrán que desarrollar los países amazónicos, con la posibilidad de actualizar los objetivos y las instituciones que creó ese tratado, para armonizarlo con los cambios que han tenido los temas ambientales y climáticos a escala mundial.
En la misma línea, según las reglas que rigen a la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, a un colombiano le corresponde ocupar la Secretaría General, la instancia más importante en la gobernanza del organismo. Es decir, deberá liderar, en coordinación con los ocho países, la aplicación de las decisiones que adopten los presidentes en la Cumbre de Belem respecto al futuro de la cuenca amazónica.
La política exterior de Colombia en este año, enfocada en la promoción de iniciativas que preserven y recuperen nuestra selva amazónica, ha sido intensa y dinámica. Su horizonte es y seguirá siendo la acción climática como medio para preservar la vida en el planeta.
* Embajador de Colombia ante la República Federativa de Brasil.