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Hemos probado todo tipo de presidentes. ¿No será ya hora de elegir a una persona íntegra, ética, firme, preparada, a un ser ecuánime que pueda profundizar las transformaciones a través de la concertación y el diálogo, para sacar adelante las reformas necesarias con el fin de construir un país más equitativo, en el que quepamos todos?
Alguien que ha sido víctima de la guerra y que, en lugar de atizar la violencia quedándose pegado al odio y al afán de venganza contra los culpables del asesinato de su padre, transformó su dolor e indignación en motor para dedicarse a trabajar por la reconciliación.
Un ser humano que, en vez de avivar el fuego de la guerra, plantea la necesidad de un gran acuerdo nacional para buscar construir puentes con diversos sectores, como bien lo demostró trabajando de la mano en iniciativas del actual gobierno, como compra de tierras y procesos de paz, con un hombre de derechas como José Félix Lafaurie, presidente de Fedegan.
Una persona que ha dedicado su vida a la búsqueda de la paz con justicia social, la reconciliación, la verdad y la reparación de las víctimas. Alguien que casi en forma testaruda ha empleado décadas de esfuerzo en buscar caminos para terminar la guerra.
Si se trata de elegir a un presidente que conduzca al país por el sendero de un profundo cambio en las costumbres políticas, si anhelamos un gobierno guiado por la ética, la firmeza y la transparencia, dentro del amplio espectro de candidatos destaca por las cualidades enunciadas Iván Cepeda Castro.
Dice él: “durante las últimas cuatro décadas he luchado por la justicia y la verdad, por los derechos y la dignidad de la gente, enfrentando siempre a los poderes más tenebrosos de la sociedad colombiana. Les he infligido derrotas y hoy estoy preparado para buscar el diálogo y la reconciliación nacional”.
¿Estaremos preparados nosotros para escuchar propuestas y planteamientos de fondo en torno al país, o nos dejaremos arrastrar por las redes y los medios escandalosos en los que obtienen mayor despliegue y audiencia los oportunistas que gritan más, denigran de sus oponentes y los insultan? ¿Buscamos un presentador para un programa de variedades o un presidente que asuma su papel con entereza y seriedad?
Sobre su campaña, dijo Iván Cepeda, y lo ha cumplido: “No apelaré al odio, ni a la burla, ni a la deshumanización del oponente. Será una campaña de diálogo con las personas del común y con mis adversarios políticos. No responderé con insultos, ataques personales, ni campañas difamatorias. Como ha sido mi práctica durante toda mi vida política, me guiaré por el principio del respeto, que no significa renunciar al debate, sino ejercerlo con firmeza, coherencia y altura”.
¿No será mejor dejar de votar contra alguien y hacerlo con el convencimiento de elegir al mejor preparado, formado y ecuánime? ¿Alguien sosegado y valiente? Iván Cepeda ya ha presentado ocho propuestas de fondo que definen cómo será su gobierno, propuestas que abarcan, entre otras, la lucha contra la macrocorrupción, la revolución agraria, corregir los errores y consolidar las reformas.
En Iván Cepeda, con la trayectoria, la formación y el conocimiento que tiene, y su sensibilidad, su decisión, su entereza y su fuerza, siento a alguien de naturaleza tímida que, a medida que avanza la campaña, saca su fuerza interior y transmite con mayor soltura y energía sus planteamientos. Alcanzo a leer en él a un dirigente con una clara formación filosófica que se ha nutrido con grandes pensadores, desde Sócrates hasta el papa Francisco, pasando por mujeres como Arendt y Nussbaum. Por su coherencia, templanza, serenidad y firmeza, Iván Cepeda podría llegar a ser nuestro Pepe Mujica, nuestro Mandela, nuestro Gandhi.
Adenda
1.- Hay una entrevista que logra penetrar en la profundidad del sentir y el pensamiento de Iván Cepeda: “El poder de la ética en la política”, realizada una semana antes de lanzarse como candidato a la presidencia (14 de agosto del 2025):
2.- Esta otra entrevista, del 14 de septiembre del 2025, tuvo lugar a los pocos días de presentarse como candidato. “Los libros de Iván Cepeda: ¿Cómo es la biblioteca de alguien que puede ser presidente de Colombia?”. Al verla, alguien comentó: “Los verdaderos líderes no desean serlo, son llamados a serlo”. Aquí Iván Cepeda recomienda a los jóvenes, para su formación, dos encíclicas del papa Francisco: “Laudato Si” y Fratelli Tutti”. Y a Álvaro Uribe los libros de Martha Nussbaum y “El don de la ira”, del nieto de Gandhi, Arun Gandhi:
3.- Este documental del 2011 recoge su trayectoria, vida y formación hasta ese momento: “Iván Cepeda Castro”.
