Casa, carro y beca, ese era el cielo prometido. Era la publicidad de alguna entidad bancaria a comienzos de los años 80. Escuchando eso nos fuimos forjando algunos. Y nos dijeron que había que estudiar para salir adelante. “Ser alguien” era la consigna.
Eran los tiempos en que soñábamos con hacernos profesionales, tener un carro, cómo no, y ojalá algún día un viajecito, una pensión…
Se veían algunos conocidos y amigos que ingresaban a las universidades y pronto tenían un empleo digno, aparecían con su carro, su casita y empezaban a forjar una familia.
Pero al tiempo, por esos mismos años los jóvenes, principalmente de las grandes...
Conoce más
