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Presencié en un video el acto en que las autoridades quindianas conmemoraron este 25 de enero los 22 años del terremoto que destruyó la ciudad de Armenia. El evento tuvo lugar en el Parque de la Vida, sitio emblemático fundado el 1° de junio de 1990, cuando César Hoyos Salazar inició su periodo como alcalde de la capital.
El sentido del parque es el de rendirle honor a la vida como el bien más preciado que tenemos. Ahora, por cruel ironía, murió el mismo día de la conmemoración de la fecha siniestra Jorge Eliécer Orozco Dávila, alta figura del periodismo, que cumplió una brillante carrera de 47 años en RCN, donde fue director de noticias en el Quindío, gerente regional y director nacional de Radio Sucesos.
Jorge Eliécer fue periodista desde los 16 años, tanto en esta cadena radial como en la televisión y en diversos periódicos. Ya en la época del retiro, fundó el portal web de noticias llamado Siempre periodista. Su muerte ha causado honda conmoción, por tratarse del periodista más destacado del departamento y poseedor además de otras facultades singulares, como su portentosa voz y su talento como cantante.
En 1987, el Comité de Cafeteros destinó la suma de $100.000 como aporte para la construcción de un parque urbano que se convirtiera en tributo al espíritu cívico y progresista de los quindianos. En esta obra participaron otras entidades que le rindieron homenaje a Armenia en sus 100 años de vida, cumplidos el 14 de octubre de 1989. El municipio y la Beneficencia departamental donaron los lotes en los que había funcionado el orfelinato de San Vicente.
El plan inicial contemplaba la construcción de una cascada de agua, un puente peatonal y varios senderos y jardines. Con el paso del tiempo se extendieron diversos atractivos a lo largo de las 10 hectáreas integrantes de la obra. En principio, a esta se le asignó el nombre de Parque del Centenario. Pero César Hoyos Salazar, elegido alcalde popular el 11 de marzo de 1990, propuso cambiarle la denominación por la de Parque de la Vida.
Entre las razones que adujo estaba el deseo de querer superar la tragedia vivida en el país entre los años 1980 y 1990, que había dejado numerosos muertos causados por la ola terrorista responsable de la explosión de bombas, el asesinato del ministro Rodrigo Lara Bonilla, el incendio del Palacio de Justicia y la muerte de numerosos magistrados y personal civil, lo mismo que de guerrilleros que participaron en la acción subversiva; e hizo alusión a los 25.000 muertos que produjo la devastación de Armero, y al asesinato de Luis Carlos Galán y connotados líderes políticos, entre otros sucesos siniestros.
Frente a este escenario desolador, el parque representa un llamado a la sensatez y un repudio a la violencia que ha cubierto de sangre la vida nacional. Además, es una referencia turística y cultural de Armenia. Una oración por la paz en un bello paraje ecológico situado en pleno corazón de la ciudad.
Este fue el panorama que vi el 25 de enero en el Parque de la Vida, con la mala fortuna de que ese mismo día falleció, víctima de un cáncer atroz contra el que luchó con increíble valentía, mi eminente amigo el periodista Jorge Eliécer Orozco. Aun así, escribió su columna en La Crónica del Quindío hasta el 30 de diciembre. Este sitio esplendoroso lleva un cálido mensaje por la paz de los colombianos.