Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              10 de octubre de 2020 - 10:00 p. m.

                                                                                                                              Edad de jubilación

                                                                                                                              La semana pasada llegué a los años que, para los hombres y en Colombia, se convierten en eso que se llama “edad de jubilación”: 62. Ya metí-los-papeles, como se dice, en Colfondos, y ya estoy advertido de que voy a recibir algo así como 1’300.000 pesos mensuales, es decir, unos 339 dólares al cambio de hoy. Como en mi país la mayoría de las personas se jubilan con el salario mínimo, no me voy a quejar. No quiero engrosar el coro de los quejumbrosos (hijos de Jeremías) que, como dice el poeta Juan Vicente Piqueras, “prefieren el lamento y sus refugios / a la íntima intemperie de intentar ser feliz”. Además, aunque me den mi pensión (olvídense) no pienso retirarme sino cuando me entierren. Y en El Espectador voy a seguir escribiendo mis divagaciones hasta que un canoso Cano me despida porque “ese pobre viejito ya está escribiendo el mismo artículo cada semana”.

                                                                                                                              De todos modos, la tal edad de jubilación lo pone a uno en modo reflexivo, comparativo, introspectivo… Si me fuera a jubilar en Italia, pienso, donde coticé para pensiones durante cinco años (y esos años se esfuman en el fondo sin fondo de los fondos), me faltaría ese mismo tiempo, otros cinco años, para poderme jubilar. Tal vez si me hubiera declarado transgénero en el año 2000, y desdeñando mi sexo biológico hubiese dicho en mi fondo que me siento mujer, habría podido jubilarme hace cinco años, a los 57, como mi hermana menor, que se jubiló mucho antes que yo. No sé, ni tengo ahora ganas de averiguar, si alguien biológicamente mujer que se declara hombre según su identidad de género, no sé, repito, si en tal caso lo obligan a jubilarse a los 62. A veces, pocas veces, ser hombre sale más caro que ser mujer.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              La esperanza de vida en Colombia, para los varones, es de unos 69 años. Para las mujeres, casi 77. Si me muero según el promedio de acá, en siete años estoy frito. Pero si incluyo otras variables en mi cálculo actuarial amateur (como la edad de vida y muerte de mis padres, mi tensión arterial y la circunferencia de mi barriga), hallo que, con suerte, puedo llegar a los 80. Como dice un amigo coetáneo, siendo optimistas, nos queda un cuarto de tanque por vivir.

                                                                                                                              Jubilarse no te hace sentir júbilo: se siente que la muerte te respira en la nuca. Pero eso no está mal. La conciencia de esa amiga que vive con nosotros de la cuna a la tumba nos da muchas ganas de arrancarle a cada instante la intensidad y el entusiasmo del tiempo que huye. Como decía mi profesora de filosofía, Clara Posada: “Para oír una melodía hay que dejarla pasar”. De nada nos sirve una vida congelada, quieta: es bueno que pase, y que se pase. En palabras de un poeta enfermo, Joan Salvat i Papasseit, cuando nos pase esto, “se quedarán ustedes, / a ver todo lo bueno que nos trae la suerte: / y la Vida, / y la Muerte”.

                                                                                                                              Últimamente me ha empezado a temblar la mano derecha; hasta hace poco me temblaba solo la mano izquierda. Como no puedo no ser católico —la educación es una especie de cadena perpetua—, pienso con culpa que la vida me está cobrando la risa que sentía, hace años, cuando veía a una tía abuela mía, muy temblorosa la pobre, que intentaba ponerse los lentes de contacto con una mano que parecía un trébol al viento. O que me castiga porque no quise volver donde mi viejo odontólogo, el doctor Heriberto (de quien conservo amalgamas 40 años después), porque empezó a temblar y la fresa en su mano, yo lo miraba con los ojos más abiertos que la boca, parecía que me fuera a perforar el globo ocular. En fin. Esto para decirles que mejor no se burlen, lectores, de esta letra temblorosa con que termino esta patética meditación. Más bien hagan cálculos y, si pueden, pásense a Colpensiones, porque con lo público me hubiera ido mejor. A propósito: hay abogados que me aconsejan que demande, que seguro gano el pleito y me jubilo bien. Pues no: soy responsable de mi error, y no quiero ser otro de los que privatizan las ganancias y vuelven pública su estupidez.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              La semana pasada llegué a los años que, para los hombres y en Colombia, se convierten en eso que se llama “edad de jubilación”: 62. Ya metí-los-papeles, como se dice, en Colfondos, y ya estoy advertido de que voy a recibir algo así como 1’300.000 pesos mensuales, es decir, unos 339 dólares al cambio de hoy. Como en mi país la mayoría de las personas se jubilan con el salario mínimo, no me voy a quejar. No quiero engrosar el coro de los quejumbrosos (hijos de Jeremías) que, como dice el poeta Juan Vicente Piqueras, “prefieren el lamento y sus refugios / a la íntima intemperie de intentar ser feliz”. Además, aunque me den mi pensión (olvídense) no pienso retirarme sino cuando me entierren. Y en El Espectador voy a seguir escribiendo mis divagaciones hasta que un canoso Cano me despida porque “ese pobre viejito ya está escribiendo el mismo artículo cada semana”.

                                                                                                                              De todos modos, la tal edad de jubilación lo pone a uno en modo reflexivo, comparativo, introspectivo… Si me fuera a jubilar en Italia, pienso, donde coticé para pensiones durante cinco años (y esos años se esfuman en el fondo sin fondo de los fondos), me faltaría ese mismo tiempo, otros cinco años, para poderme jubilar. Tal vez si me hubiera declarado transgénero en el año 2000, y desdeñando mi sexo biológico hubiese dicho en mi fondo que me siento mujer, habría podido jubilarme hace cinco años, a los 57, como mi hermana menor, que se jubiló mucho antes que yo. No sé, ni tengo ahora ganas de averiguar, si alguien biológicamente mujer que se declara hombre según su identidad de género, no sé, repito, si en tal caso lo obligan a jubilarse a los 62. A veces, pocas veces, ser hombre sale más caro que ser mujer.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              La esperanza de vida en Colombia, para los varones, es de unos 69 años. Para las mujeres, casi 77. Si me muero según el promedio de acá, en siete años estoy frito. Pero si incluyo otras variables en mi cálculo actuarial amateur (como la edad de vida y muerte de mis padres, mi tensión arterial y la circunferencia de mi barriga), hallo que, con suerte, puedo llegar a los 80. Como dice un amigo coetáneo, siendo optimistas, nos queda un cuarto de tanque por vivir.

                                                                                                                              Jubilarse no te hace sentir júbilo: se siente que la muerte te respira en la nuca. Pero eso no está mal. La conciencia de esa amiga que vive con nosotros de la cuna a la tumba nos da muchas ganas de arrancarle a cada instante la intensidad y el entusiasmo del tiempo que huye. Como decía mi profesora de filosofía, Clara Posada: “Para oír una melodía hay que dejarla pasar”. De nada nos sirve una vida congelada, quieta: es bueno que pase, y que se pase. En palabras de un poeta enfermo, Joan Salvat i Papasseit, cuando nos pase esto, “se quedarán ustedes, / a ver todo lo bueno que nos trae la suerte: / y la Vida, / y la Muerte”.

                                                                                                                              Últimamente me ha empezado a temblar la mano derecha; hasta hace poco me temblaba solo la mano izquierda. Como no puedo no ser católico —la educación es una especie de cadena perpetua—, pienso con culpa que la vida me está cobrando la risa que sentía, hace años, cuando veía a una tía abuela mía, muy temblorosa la pobre, que intentaba ponerse los lentes de contacto con una mano que parecía un trébol al viento. O que me castiga porque no quise volver donde mi viejo odontólogo, el doctor Heriberto (de quien conservo amalgamas 40 años después), porque empezó a temblar y la fresa en su mano, yo lo miraba con los ojos más abiertos que la boca, parecía que me fuera a perforar el globo ocular. En fin. Esto para decirles que mejor no se burlen, lectores, de esta letra temblorosa con que termino esta patética meditación. Más bien hagan cálculos y, si pueden, pásense a Colpensiones, porque con lo público me hubiera ido mejor. A propósito: hay abogados que me aconsejan que demande, que seguro gano el pleito y me jubilo bien. Pues no: soy responsable de mi error, y no quiero ser otro de los que privatizan las ganancias y vuelven pública su estupidez.

                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar