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El oráculo convencido

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Héctor Abad Faciolince
13 de julio de 2025 - 05:08 a. m.
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Hace poco leí, parpadeando de asombro, al colega William Ospina empezar un artículo en este mismo periódico con majestuosa seguridad: “Estoy convencido de que Rusia no es un peligro para Europa. Basta ver de qué modo le ha costado tres años avanzar sobre Ucrania para apoderarse de algo que ya le pertenecía hace un siglo, la península de Crimea, o territorios que fueron rusos desde siempre como Donetsk y Luhansk, para comprender que no está en la intención de Rusia, y menos aún en su capacidad, apoderarse por la fuerza de Europa”. ¿Será ignorancia o disimulo? ¿Tres años para “apoderarse” de la península de Crimea? La invasión de Crimea ocurrió en febrero de 2014, con soldados rusos sin uniforme que se hicieron pasar por nacionalistas locales. Un mes después, ya estaba armada la República Autónoma de Crimea, con un voto secreto en el parlamento al que no dejaron entrar a los diputados elegidos antes por los ucranianos, y en el que se declaró presidente a un parlamentario prorruso que había sacado el 4 % de los votos en las últimas elecciones.

Así que “apoderarse de Crimea” no le costó a Putin tres años, sino un mes. Y en esos mismos meses empezó también la infiltración del grupo Wagner en las provincias de Donetsk y Luhansk. Estos mercenarios (con los que Putin decía no tener absolutamente nada que ver), se unieron a movimientos separatistas locales. Esos territorios no “fueron rusos desde siempre”, como dice Ospina. Más bien, desde siempre, han sido invadidos por distintas potencias: Rusia, Polonia, Alemania, etc. Esto es como si España invadiera, qué sé yo, las provincias de Antioquia y Caldas, y un pomposo comentarista ucraniano sentenciara que España “se ha apoderado de territorios que siempre fueron suyos”. La hambruna deliberada de Stalin en las provincias de Donetsk y Luhansk (el Holodomor) mató de hambre entre cinco y siete millones de ucranianos a principios de los años 30. Luego Stalin ordenó que esos campos diezmados fueran ocupados por campesinos de distintas repúblicas soviéticas, incluida Rusia.

Tras el colapso de la Unión Soviética, y tras la independencia de Ucrania, en este país quedaron alrededor de 3.000 armas nucleares de la ex URSS. En 1996 Ucrania y Rusia firmaron un acuerdo en Budapest según el cual Kyiv entregaba a Moscú las armas nucleares que tenía cuando era un territorio soviético, y Moscú se comprometía (junto con el Reino Unido y Estados Unidos) a “respetar la independencia, la soberanía y las fronteras existentes de Ucrania”. Ya en 2014, con la ilegal invasión de Crimea, Rusia incumplió ese pacto y Ucrania (que se había convertido en el país europeo más extenso) comprendió que debía prepararse militarmente para nuevas invasiones. También Europa y Estados Unidos se dieron cuenta de que Ucrania debía prepararse y le prestaron ayuda militar.

Así que William Ospina está “convencido” de que no va a ocurrir algo que ya ha ocurrido dos veces, primero anexando Crimea hace once años (y tan fácilmente que la agresión militar a un país desprotegido le tomó un mes), y luego con la invasión de febrero de 2022, que no fue simplemente a las provincias de Donetsk y Luhansk, sino a todo el territorio ucraniano. De hecho, la “Operación Militar Especial para Desnazificar a Ucrania” no comenzó solo por el este, sino que empezó también por el norte y llegó hasta las afueras de Kyiv. Los tres difíciles años para Rusia a los que se refiere Ospina son los de esta segunda ocupación del 20 % del territorio ucraniano. Son también los que han provocado cientos de miles de muertos entre soldados rusos y ucranianos, además de decenas de miles de civiles de Ucrania, ese país que, según Putin, no existe. Más de 16 millones de civiles ucranianos han sido desplazados. Y por muy “convencido” que esté Ospina de que Rusia “no es un peligro para Europa”, esta amenaza es tan clara que dos países limítrofes con el imperio del zar Putin (Suecia y Finlandia) que nunca habían pertenecido a la OTAN, entraron en ella después de la invasión.

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Michael Felipe Rondon Acosta(03321)15 de julio de 2025 - 11:48 p. m.
El escritor William Ospina ha pasado de apoyar a Rodolfo Hernández a apoyar a Putin. Es triste como gente que se autodenomina de izquierda es incapaz de defender al autonomía de Ucrania porque el anti-yankismo les es más fuerte. ¿Habrían apoyado a Hitler porque Hitler también era anti-yanki? Cómo es posible que gente que se auto-denomina de izquierda apoyen aun tipo de ultra-derecha como Putin ¿Será que no se han enterado de la persecución que Putin hace a los homosexuales y a la prensa?
Victor Montoya(jglor)15 de julio de 2025 - 03:16 a. m.
Definitivamente la ignorancia es atrevida. Russia no invadió Krimea. Russia recupero Krimea. Desde la época de los zares Krimea pertenecio a los rusos. Incluso Catalina la grande también la recupero de la invasión de los otomanos a Krimea, hace como 400 años. Los paramilitares ukranianos y mercenarios pagos por la Otsn fueron los que empezaron los bombardeos y hostigamientos contra la población rusa que vivía en Lugans y Donvas, o sea en la frontera Ruso-Ukraniana. No diga tantas mentiras junta
  • Eduardo Sáenz Rovner(7668)15 de julio de 2025 - 04:39 a. m.
    Rusia anexó Crimea hace 342 años, no "como 400". De todas formas Putin está destruyendo las ciudades ucranianas, asesinando civiles. Que el sofisticado historiador, economista, etc., etc., Gustavo Petro haya declarado hace tres años "¡qué Ucrania ni qué ocho cuartos!" no justifica que lo sigan ciegamente ni que justifiquen las masacres así para muchos en Colombia la vida no valga nada.
osvito(10170)14 de julio de 2025 - 05:33 p. m.
Puras narrativas y ningún sustento. Los Ucranianos que se volvieron Europeos les dio el síndrome de Occidente y empezaron arrasar todo lo que creían que era ruso, empezando con el Dombast y Crimea y Rusia no estaba dispuesta a soportarlo. Y mucho menos meterse a la Otan para acorralar a los Rusos. Rusia solo quiere estar segura y respetada. Que Ucrania , así tenga un payaso de presidente deje lo ruso ser ruso y no tendrían más estúpidos problemas y sobre todo trágicos problemas, también.
  • Eduardo Sáenz Rovner(7668)15 de julio de 2025 - 04:44 a. m.
    Ojalá los colombianos tuviesen lo que usted llama "síndrome de Occidente". El síndrome no consiste en comprar Ferragamos, dárselas de italiano así se sea cholo, sino en adquirir los valores liberales tan escasos en una Colombia reaccionaria, curera, traqueta y matona. De todas formas Putin está destruyendo las ciudades ucranianas, asesinando civiles. Que el sofisticado historiador, economista, etc., etc., Gustavo Petro piense diferente es pasto para los salvajitos.
Nicolas Lloreda(31394)14 de julio de 2025 - 01:44 a. m.
Es la narrativa que impulsa Moscú, con los idiotas utiles que apoyan los regímenes dictatoriales de Cuba, Venezuela y Nicaragua justificando todos los excesos en el nombre del “socialismo “.
Bernardo Congote(31155)14 de julio de 2025 - 12:43 a. m.
Se demoró su tiempo Abad para desvelar las flaquezas conceptuales de Ospina. Como sólo soporté leer algunas páginas de alguno de sus "oráculos", apenas doy fe de ellas de forma parcial. Pero hay lagunas lo suficientemente cenagosas que le aconsejan a uno ni siquiera acercarse a su orilla para percibir su peligrosidad. No sería es gratuito que Ospina haya sido graduado por algunos (y él haya intentado hacernos creer) que se hizo periodista de opinión precisamente en los años de las fake news...
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