Una de las normas más hipócritas y tontas de la legislación colombiana es la que prohíbe a los políticos hacer política. O, lo que es lo mismo, la que impide a los funcionarios en ejercicio defender incluso los planteamientos y las preferencias electorales de su mismo partido. Desde niño me explicaron que uno en los juegos no puede poner reglas que no se pueden cumplir, que contradicen explícitamente lo que queremos y lo que pensamos, es decir, que se vuelven una imposibilidad en la conciencia y en la práctica.
15 May 2022 - 5:30 a. m.